the light of darkness | carl grimes.

chapter nine

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3 meses después
(Amelie Pov).

Llevamos tres meses tratando de sobrevivir con Andrea y Michonne pero nunca lográbamos encontrar algo que fuera suficiente para las tres.

Por ejemplo; la comida y la medicinas, nunca era suficientes.

Andrea ya llevaba un tiempo enferma y yo ya había perdido las esperanzas de volver a encontrarnos con mi papá, con mis hermanas. Carl y Lori.

Hasta pensaba en la remota idea de que todos ya estaban muertos, o quizás solo mi papá, o alguna de las chicas.

Me paré en el marco de la puerta y mire hacia dentro donde se encontraban Andrea y Michonne.

Andrea últimamente estaba delirando en fiebre. Y nosotras con Michonne no éramos doctoras, así que no sabíamos que hacer.

-¿Aún sigue mal? — ella asintió — Se está poniendo de mal en peor, o al menos eso siento yo — yo solo asentí a sus palabras. Estaba tratando de pensar en algo, en algún plan.

Pero no teníamos nada. Llevábamos meses dando vueltas por estos mismos sectores y ciertamente ya habíamos agotado todos los pocos recursos que quedaban.

Estábamos botadas y sin nada para poder sobrevivir.

(....)

Era de tarde cuando con las chicas sentimos algo parecido a un helicóptero. Y sin pensarlo tomamos a Andrea y seguimos el sonido del helicóptero.

-¿A donde crees que se dirige? — pregunte mientras llevábamos a Andrea al medio para que pudiera apoyarse en nosotras.

-No lo se, pero debemos correr — yo asentí y como pudimos empezamos a correr con Andrea en medio de las dos.

Apenas podíamos ver porque habían muchas ramas entonces debíamos taparnos los ojos, para que ninguna se lastimara la visión.

Ya que eso sería lo peor que les puede pasar en un apocalipsis.

Quedar ciegas, o eso pensaba yo.

Mientras corría trataba de mirar al cielo para ver si podía ver el helicóptero, pero los árboles y las ramas me impedían verlo.

Así que solo nos guiábamos por el sonido. Sabíamos que ese sonido atraería caminantes, así que estábamos preparadas para todo.

-Siento que el sonido se está alejando — dijo Andrea en un susurro, pero era uno audible.

Empezamos a correr como nunca, como si nuestras vidas dependieran de eso.

Y tal vez lo hacían, tal vez era nuestra oportunidad.

Empezamos a llegar a una parte en la que los árboles y las ramas ya no eran un problema. Y vimos cómo el helicóptero caía desde el cielo.

-No... — dije en un susurro inaudible. Solté a Andrea y empecé a correr, dejando atrás a Michonne y Andrea.

Sin pensarlo fui corriendo hacia el lugar en donde el helicóptero estaba cayendo.

(....)

Corrí durante unos diez minutos hasta llegar al lugar, de seguro Andrea y Michonne venían mucho mas atrás.