El Señor de la Guerra || TaeKook Adap

CAPÍTULO 9

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Ya lo había mencionado desde el principio, pero para los que se sientan incómodos vuelvo avisar que este libro tiene alto contenido +18

La dura luz del día. O noche, reflexionó JungKook. Dura luz del despertar estaba sobre él.

En lugar de la vergüenza y el disgusto que debería haber sentido, era tratado por grandes y cálidas manos masajeándole la espalda hasta convertirlo en un montón deshuesado de dicha. Gimió, su mente débilmente registró que los amantes vampiros podrían ser infinitamente mal entendidos. Quizás disfrutaba de un estado de adaptación temprana.

-Tengo que ir a reunirme con mi hermano por un par de horas, podrías permanecer aquí.

-Uh...huh -masculló

-No te vayas.

¿Huh? No iba a ninguna parte, estaba muy en casa y relajado ahí.

Él se inclinó a murmurar en su oído.

-He puesto ropa afuera. ¿Te vestirías para mí Jungkookie? -Y luego desapareció.

Extrañamente flojo, le tomó otra hora antes de que finalmente se levantara. Levantó una ceja ante el conjunto que había dejado afuera para él, un consistente y satinado bustier bordeado de encaje transparente que sólo alcanzaba a cubrir sus pezones, ligas intricadas, medias de red y tanga todo en negro. Tembló. El General Kim tenía una vena retorcida.

Quería vestirlo para si mismo. Y él no tenía problema alguno con ello. Estaba complacido, finalmente alguien podría disfrutar de sus fabulosas sedas y encajes. Había una enorme diferencia, que le hubiera preguntado en lugar de ordenárselo. Pero en cuanto entró al baño reflexionó que aún se encontraba en una posición donde dependía de él continuar mostrando la misma consideración. Lo cual era intolerable para una criatura como él.

Medio esperaba que sus hermanos hubieran llegado ya, Lisa a menudo podía encontrarlo, pero supo que si ellos aún no habían llegado, tendría que ganar su libertad con sus propias herramientas y talentos. Él había dicho que reintegraría la cadena cuando tuviera la confianza de que nunca lo dejaría. ¿Cuan difícil podría ser actuar como si pensara en quedarse para siempre?

Se secó, con la cabeza dándole vueltas ante la lencería. ¿Por qué no usar la seducción, para hacerle creer que lo deseaba sobre todos para siempre? Jugar al amor y actuar como si se rindiera. Cuando deslizó las medias sobre sus piernas, se preguntó si la traición alguna vez había sonado tan deliciosa.

Comenzó a temblar cuando se colocó el bustier y el material del top se deslizó sobre sus duros pezones tan dulcemente. Ya estaba mojado de la anticipación.

Después de vestirse, se echó en la cama. Fantaseando acerca de tenerlo dentro mientras sus grandes manos le trabajaban el cuerpo. ¿Bebería de él? Se imaginó a él montándolo desde atrás, la longitud de su cuerpo estirado sobre él mientras tomaba de su cuello también.

Sus dedos encontraron el camino bajo su vientre y dentro de sus bragas. Se suponía que él llegaría pronto pero en realidad no le importaba si lo sorprendía. Ya había hecho esto para su propio placer ¿Y que haría si lo encontraba haciéndolo y no le gustaba? ¿Romper con él?

Un golpe sobre su glande hizo que arqueara su trasero. ¿Alguna vez había estado tan mojado? No, no hasta encontrarse esperando impacientemente en la guarida de un vampiro vestido en ajustado satén negro para seducir a un señor de la guerra.

Cerró los ojos y dejó caer las piernas cuando deslizó su dedo más abajo.

Cuando abrió los ojos medio levantando los párpados, encontró a Taehyung mirándolo fijamente desde el pie de la cama.