El sueño del romano apareció primero. Taehyung impaciente esperó la escena habitual, procurando ver más. ¿Realmente lo quería? ¿Podría volver después de esto?
Demasiado tarde, estaba hecho. Sabía que había abierto la compuerta y que esos sueños iban a llegar a su fin, cada giro de sus horripilantes y pervertidos finales.
JungKook lentamente desabotonaba su camisa. Aunque entonces Taehyung sintió algo nuevo. La frialdad avanzaba lentamente por su columna vertebral, mientras él miraba detenidamente al romano con sus labios mojados y sus furiosas caricias.
JungKook estaba avergonzado por su actuación apartó su mente de ello. Él era el cebo. Haría cualquier cosa para liberar a su hermano.
—Poseeré a JungKook el Codiciado...
“Nadie me posee excepto en sus fantasías. Te mataré tan fácilmente como te beso...” El romano intentaba convertirlo en su juguete tal como había hecho con Jimin seis meses atrás.
De repente, JungKook miró hacia arriba y Taehyung vio a través de sus ojos. Jin tenía a Jimin en sus brazos, el cuerpo del chico sin fuerzas y la mayoría de su helada piel quemada. Jimin había sido torturado, JungKook se dio cuenta que había sido por ese animal que tenía a sus pies, por su mismo toque. La rabia familiar estalló dentro de él.
“Contrólate... sólo un momento más...”—Y seré tuyo, sólo tuyo, —de algún modo ronroneó.
Cuando Jin hizo una señal, JungKook asintió, sacando su pie, los labios de él produjeron un ruidoso sonido de succión que lo hizo encogerse. Dio un golpecito en la protuberante nariz del hombre con el dedo gordo del pie. En un tono que exhalaba sexualidad dijo:
—Probablemente no sobrevivirás a lo que voy a hacerte. —Su voz sonó como un bajo suspiro que dejó al hombre confundido—. Pero si sobrevives, aprenderás y les contarás a los demás que nunca… —un golpecito con el dedo gordo del pie— nunca… —golpe— debiste hacer daño a un valkiria.
Entonces, le dio una patada enviándole al otro lado de la habitación.
Otra escena comenzó, la fiesta de incursión, en la que siempre temía ver más. Los hombres se acercaban, podía oír su pesada respiración, un tropezón. Todo formaba parte del juego.
Alguien le hizo un placaje en la nieve. Los otros le sujetaron los brazos. Él estaba fingiendo sentir miedo, luchando débilmente. Mientras los otros le aclamaban, el corpulento vikingo se arrodilló entre sus piernas y le dijo:
—Espero que viva más que la última.
Un rayo golpeó la parte de atrás de la cabeza del hombre y el viento pareció seguirlo... unos pocos miraron alrededor con inquietud y risa nerviosa.
—Los nombres de las últimas eran SoHyun y su hija Ji-Eun, —le informó JungKook.
IU, tan joven, simple de mente, inmediatamente había reconocido a JungKook por lo que era.
—IU, la doncella cisne, —había susurrado el muchacho, pronunciando uno de los nombres más hermosos de las valkirias. Ambas, tanto la descuidada madre como la inocente hija, habían sido asesinadas, asfixiadas bajo el peso de esos hombres mientras ellos las trataban brutalmente.
—Viviré más que ellas... y vosotros.
Hubo un cambio en él, como una sed de sangre, los pensamientos dieron un giro hacia lo salvaje, hacia la rabia...
El ceño en la cara del atacante fue la última expresión que vio. Se alzó quitándose fácilmente a los poderosos hombres. Había amado a IU por su inocencia y alegría, y estas bestias habían robado a JungKook esas cosas; al mundo, era la peor de las pérdidas...
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El Señor de la Guerra || TaeKook Adap
DiversosVarios siglos atrás, Kim Taehyung fue un despiadado guerrero humano. Convertido en general del ejército de los vampiros, ha iniciado una incansable búsqueda de su alma gemela, única que podrá devolverle a la vida. Jungkook pertenece a la raza valkir...