«historia corta»
Él miró la mesa donde se encontraba aquella desconocida, aquella chica que no podía sacar de su mente. Solo iba a esa sala para verla.
Odiaba cómo los demás la miraban.
Miró sus puños, que ahora tenían un poco de sangre. Hace pocos...
La doctora Evans miró el papel, en donde tenía los datos de A. Lombardo. Cuatro palabras eran lo que lo definían.
•Asesino: Alvaro apunto la cabeza de Lilith, la miró por ultima vez, sonriendo, y apretó el gatillo, acabando con la vida de la joven. Observó cómo la sangre manchaba la pared. Otra víctima.
•Obsesivo: Él observó la mesa donde se encontraba aquella desconocida, aquella chica que no podía sacar de su mente. Solo iba a esa sala para verla. Y odiaba cómo los demás la miraban.
•Maniático: Miró sus puños, que ahora tenían un poco de sangre. Hace pocos minutos, él había golpeado la pared. Otra vez ella lo había hecho enfurecer, ella lo había ignorado.
•Violento: Alvaro miró cómo varias zonas de la piel de su novia se ponían rojizas, y cómo ella comenzaba a llorar, de nuevo. Sonrío y se dispuso a irse, no sin antes hablarle.
-Sólo tenias que obedecerme, nena.
La doctora guardo el expediente, rezando para que Alvaro no le haga daño a nadie.
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Alvaro Lombardo, 19 años
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Adalia Monroe, 18 años
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No estoy romantizando ni normalizando ningún tipo de acoso, violencia o comportamiento tóxico o irracional, todo es ficción.
El libro no busca de ninguna manera incitar a nada de lo que sucede en la lectura.
Si en algún momento la obra no es de tu agrado o te incomoda, te pido amablemente que te retires.