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11 - Investigar

Alvaro

Caminé lo más rápido posible, Adalia estaba a mi lado, muy cerca de mi, tenía miedo. No lo iba a negar, me gustaba que ella tuviera miedo y más me gustaba que yo fuera quien la "proteja".

—Gracias— Dijo ella, cortando el silencio que había.

—¿Por qué?— Fingí no entender.

—Por lo de allá. No sabia que iba a pasar si no me hubieras salvado. Y también, gracias por mentir— Explico.

—¿Mentir?— Vamos, Alvaro, menos preguntas y más acción.

—Cuando dijiste que era tú novia, mentiste. No me gustan las mentiras, pero gracias.

—No tienes que dar gracias, pero, ¿Quiénes eran ellos?.

Me interesaba saber quienes eran. Por lo poco que conozco a Ada, pude ver que ella tenía miedo. Y de la única persona que ella tendría que tener miedo es de mi.

—Creo que todavía no has escuchado los rumores. Bueno, yo no quiero ser chismosa, pero te digo igual; Ellos son como, ¿una banda?, de cuatro chicos, los que estaban ahi, son conocidos por los varios rumores, donde no dicen nada lindo de ellos. Yo no creo en eso, pero realmente les tengo miedo.

—¿Alguna vez te hicieron algo?

—No, no.

Y nunca te lo harían.

—Alvaro, ¿ves el futuro?, porqué siempre me salvas.

—¿Por qué lo dices?— Fingí confusión, sabia exactamente de que la había "salvado".

—Me salvaste de la fiesta, de ese grupo y... De lo que ocurrió ese día con mi hermano.

Ese día, recuerda ese día porqué desde ese día tu vida se convertirá en una pesadilla, gracias a mí.

—Siempre te vi a tí con él, pero ¿y tus padres?.

Su cara cambio por completo.

—Ellos, bueno, los odio.

—Algo que tenemos en común.

Ada sonrió sin ganas.

—Mis padres me sacaron a lo que más quiero en el mundo, a mi hermana.

—No sabia eso, lo siento— No, no lo sentía. Disfrutaba ver como sufría.

—¿Y tú tienes hermanas?

Isabella

—No, hijo único— Mentí. Con ella siempre lo iba a hacer.

Escuchamos el ruido de la una campana.

—Bueno, otra clase que perdí— Dijo.

Vimos como todos salían de sus clases.

—Chau, Alvaro y gracias de nuevo— Se acerco a mi y me dio un beso en la mejilla. Sentí como una corriente extraña, ignore esa sensación y la salude.

***

—Bradley, Brad, puta madre, ¡Bradley!— Grite.

—Pero miren quien esta acá— Dijo mi amigo, sonriendo —Lombardo, pensé que no te vería mas.

—Deja esas idioteces, necesito tu ayuda.

—¿En que puedo ayudarte?.

—Necesito que investigues a alguien.

—¿Quién es la desafortunada esta vez?

—Adalia Monroe.