Alvaro
-5 días después-
Todos los días me sentaba en el mismo lugar, sabiendo que nadie iba a venir a visitarme, pero ella si venia, no por mi, pero la podía admirar, analizar cada movimiento y poder saber que mierda me pasaba con aquella chica.
Todo el día no paraba de pensar en ella, era demasiado irritante no saber la razón por la cual no podía sacármela de la cabeza.
Lo que mas me irritaba era que ella me ignoraba, era como si no existiera, aunque la entendía, no la había tratado muy bien anteriormente.
—¿Alvaro?, hijo— Dijo alguien detrás mío.
Me di vuelta y.... oh no, esto no podía estar pasando.
—Mamá— Dije irritado.
—¿Cómo vas, cómo estuviste hijo mío?— Ella se sentó a lado mío.
—Como si fuera que te importara, no seas hipócrita— Conteste de mala gana.
—Claro que mi importa, eres mi hijo— Fingió indignación.
—Lo que digas— No quería discutir, solo quería que se vaya.
—Mi amor, tengo que hacerte una pregunta.
—Si, dime.
—¿Tu piensas que ya, bueno, que ya no estas enfermo?— Dijo lo mas compresible que pudo.
¿Enfermo?, eso es estúpido.
—Nunca estuve enfermo, Carolina— La llame por su nombre.
—Alvaro, mi amor, lo que haz hecho no es algo común.
—No estoy enfermo, Carolina, ya te lo dije.
Ella intento mantener su postura de "madre".
—¿Sigues queriendo matar a todo lo que se mueve?— Esta vez lo dijo mas directo.
—No es de tu puto interés, nunca lo ha sido.
Ella se levanto rápidamente de la silla.
—Iré a hablar con tu padre.
Trague en seco, él no podía estar acá, no podía.
—¿Qué carajos hace él acá?— Pregunté molesto.
—Vino a verte, te extrañaba.
—Claro, también me ha traído flores, ¿no?— Dije sarcásticamente,
—No quiero pelear, mi vida, ya vuelvo.— Ella se fue. La perdí de vista apenas cruzo la puerta.
Me acomodé en mi asiento, tirando la cabeza para atrás. Saber que él estaba aquí me hizo enojar, lo odio mas que a nadie, él me había metido en este lugar de mierda. Todo era su culpa, él tiene la culpa de todo.
Mire hacia mi costado y la vi, de nuevo, pero ahora había una persona mas con ellos. Los tres se estaban divirtiendo. Genial, esto pone peor a mis deseos...
Adalia
Ir a la clínica me ponía algo incomoda, pero esto pasaba desde ya hace unos 5 días, antes no era así.
Me sentía observada, y de alguna manera "acosada", sí, era estúpido, pero no podía sentirme de otra manera. Demian, él era lo único que me mantenía de pie, realmente a pesar de su discapacidad, me hacia muy feliz, él era autista, pero supongo que él me tenía un cariño único y por eso nunca quería que me vaya de su lado.
Gire mi mirada hacia un costado de la sala y vi a un chico, que era lindo, mirándome, ah sí, era el chico de hace unos días, él estaba solo, por un momento pensé en ir, pero después me acordé de su trato anterior y decidí no hacerlo.
Por algunos momentos él no dejo de clavar su mirada en mi, pero luego dejo de hacer, dirigiendo su mira a otro lugar.
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[✓] Clínica ©
Casuale«historia corta» Él miró la mesa donde se encontraba aquella desconocida, aquella chica que no podía sacar de su mente. Solo iba a esa sala para verla. Odiaba cómo los demás la miraban. Miró sus puños, que ahora tenían un poco de sangre. Hace pocos...