𝐄𝐜𝐥𝐢𝐩𝐬𝐞𝐬; ᴍɪᴅᴏʀɪʏᴀ ɪᴢᴜᴋᴜ

41.

Apenas le dio el comunicado de su profesor a Mandalay corrió adentrándose al bosque. Corrió con todas sus fuerzas, lo más rápido que pudo, buscando en cada rincón a _________, incluso estaría agradecido si encontraba a Kacchan.

Sentía una fuerte opresión en el pecho cuando recordaba como se la habían llevado, incluso estando a su lado, si tan solo la hubiera alcanzado... No se perdonaría nunca si algo le llegaba a pasar y había prometido que no volverían a apartarla de su lado, así que la protegería incluso en el estado en el que se encontraba.

Gritos.

Desgarradores y profundos.

Fue lo que lo hicieron salir de sus pensamientos. La voz era de ella, nunca la olvidaría, era _________.

Se escuchaban en esa parte del bosque, donde los árboles eran más espesos y la oscuridad no dejaba ver mucho. Lo que agradeció porque no le fue difícil encontrar de donde venían cuando vio los árboles ardiendo en llamas. Hacian un círculo alrededor de algo y al acercarse sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.

Era ella, con sangre y la piel quemada en algunas zonas. Seguramente el maquillaje de su cara se había caído porque la cicatriz ya era visible. Y eso no era lo peor, un tipo acababa de arrancarle un ala a la chica.

—¡__________! —gritó, dando un salto para cruzar por los árboles casi consumidos por el fuego.

El peliblanco la golpeó, desmayandola, para luego cargarla en su hombro y quedarse quieto, como si esperará que Izuku fuera por él.

—¿No vas a venir por ella? Porque tendré que llevarmela, si sobrevive tal vez te envié su cuerpo —Midoriya titubeo al verlo tan tranquilo aun sin saber que clase de quirk tendría, pero Hideki dio un paso atrás, luego otro y para el tercero, Izuku avanzó dispuesto a golpearlo.

—¡Sueltala! —levanto el puño al aire, activando el One For All. Lo golpearia y luego se llevaria a _________, todavía debían buscar a Katsuki.

Ella lo empujo antes de que pudiera llegar.

Había estado luchando por no caer inconciente desde el momento que vio a Izuku, porque no podía dejarlos solos, mucho menos si el peliverde no sabía nada sobre el quirk del contrario y finalmente se había librado del agarre de Hideki saltando hacia atrás, tomándolo desprevenido, desequilibrandolo y haciendo que cayera al suelo.

—No te acerques a él... Es su quirk —explicó, cubriendolo con la única ala que le quedaba para sacarlo del fuego. Mientras Hideki salía de ahí les daría tiempo suficiente— Debes irte, busca a Katsuki, no dejes que le hagan nada. Yo voy a quedarme, les daré tiempo suficiente-

—__________, no puedo dejarte aquí —contestó, cargandola de forma nupcial al ver a Hideki salir completamente furioso— Vámonos

—¿No vas a quedarte otro rato, hermanita? —aún a lo lejos lo escucharon reír e Izuku comenzo a saltar entre los árboles lo más rápido que podía, con la chica removiendose inquieta y suplicandole que se detuviera. Cuando estuvieron a una distancia prudente la bajo y ella retrocedió casi asustada.