Trato Hecho | kookmin

¡ O7 !

— Entonces...¿a dónde irás?. — preguntó un Jungkook de apenas ocho años. Veía como su hermano mayor con solo quince años cerraba su mochila antes de colocarla sobre su hombro derecho. — ¿Volverás?.

— No debes preocuparte de eso, kook. Iré lejos, muy lejos de aquí. — contestó el mayor antes de ver cómo el pequeño pelinegro estaba a punto de estallar en lágrimas. Se acercó a la cama donde Jungkook se encontraba antes de sentarse en el suelo frente a él. — No seré bienvenido aquí una vez que diga la verdad.

— ¿V-Verdad?. Siempre es bueno decir la verdad. — su hermano mayor sonrió.

— Lo sé, kook. Eso es lo que haré... — jaló a su hermanito hacia él para abrazarlo. — Prométeme algo, kook. Nunca escondas quién eres. Solo sé tú mismo.

— Pero...

— Promételo. — le dijo mientras se separaba del menor, quien asintió mientras secaba sus lágrimas con sus pequeñas manos. — Bien, debo irme. Ah y algo más. — sacó de su bolsillo un pequeño llavero que tenía una pequeña espada láser de Star Wars antes de lanzársela al menor, el cual la atrapó confundido. — Puedes quedarte en mi habitación, la necesitarás más que yo. Además te encanta Star Wars.

— Pero es tuyo. Y la habitación...

— Era, quiero dártela porque es más grande y ya eres todo un hombre.También dijiste que te gustaba ese llavero y siendo sincero queda mejor con tu mochila que con la mía. — dijo antes de soltar una risa. No era la que Jungkook conocía, sonaba triste...muy triste. — Cuídate kook.

Escuchó la puerta de su habitación ser cerrada. Miró el llavero entre sus manos antes de recostarse en su cama y colocarlo en su mesita de al lado.

— ¡VETE!.

Jungkook despertó de su sueño al escuchar un estruendoso ruido viniendo de su sala principal. Se levantó de la cama y bajó con cuidado las escaleras.

— ¡Pues es lo que soy!. — escuchó el grito de su hermano mientras empujaba a su padre.

— ¡Eres la deshonra para la familia Jeon!.— vió como su padre lo agarraba para estamparlo contra la pared antes de propinarle golpes en su rostro.

— Pues...¡No me interesa ser parte de esta maldita familia!. — soltó su hermano mayor antes de sonreírle con odio mientras parte de su boca sangraba.

Jungkook se encontraba temblando en las escaleras, la imagen que veía era perturbadora.

Hasta que sintió una mano sobre su hombro. Cuando giró logró ver el rostro de su madre sin expresión alguna.

— Mamá...¿por q-qué papá le está haciendo eso m-mi hermano?. — preguntó aterrorizado al escuchar los gritos de su hermano mayor.No quería voltear a verlo, pues temía que la imagen fuera peor que la anterior.

— Porque se lo merece, Jungkook. — Su madre lo tomó de la mano. — No debiste levantarte de la cama. Vamos, te arroparé.

— Pero mi hermano...

— Tu padre se encargará de que nunca regrese. — el rostro del pelinegro palideció antes de soltarse del agarre de su madre y voltear.

— Minhyuk...¡NO!.

— ¡NO!.

Despertó.

El sudor de Jungkook recorría su frente, mientras jadeaba para recuperar aire. Su cuerpo seguía temblando al recordar todo a la perfección.