❝Tuvimos tiempo para amar, Draco. Pero la tercera guerra mágica está aquí, y no puedo sacrificar lo único que me recuerda quién soy y a quién amo por seguir el camino equivocado.❞
NO LEER ESTA OBRA ANTES DE LEER 𝑳𝑶𝑺𝑻, EL PRIMER LIBRO Y 𝑩𝑹𝑶𝑲�...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❝Malfoy Manor.
24 de Agosto de 1997.❞
Cuando crees que en la vida todo está perdido y que nada puedes hacer, siempre aparece algo que alumbra tus mañanas y da un rayo de esperanza a ese camino lleno de oscuridad y espinas.
Después de la traición hacia todo miembro de Hogwarts y su huida como si fueran dos delincuentes, la dificultad de sus acciones o de la misma felicidad se les interrumpió agravándose en días oscuros, lágrimas nocturnas y preocupación.
Abby no volvió a ser la de antes desde que huyó de Hogwarts.
Draco no podía evitar darse cuenta de que la chica con aquel brillo en los ojos y una sonrisa a pesar de pertenecer a la casa más fría de Hogwarts había desaparecido. Ya no tenía a sus amigos, no podía confiar en sus padres e incluso dejó de confiar en sí misma.
¿Cómo se sentía él al respecto? Mal. Muy mal. Culpable de todo lo que la chica tuvo que atravesar y con el pesado pensamiento de que había tenido el momento idóneo para poder evitarlo pero jamás lo hizo.
— Todo habría sido más fácil si hubiera evitado que te enamorases de mí. —Susurró para él mismo, apoyado en una de las grandes columnas que el gran balcón de la mansión disponía.
Las vistas eran preciosas para el que sabía apreciar el color en la oscuridad. Jamás había visto colores distintos en aquella casa, excepto cuando era joven y pisaba Hogwarts por primera vez. Narcissa siempre se había encargado de tener flores de distintos colores y tamaños para darle vida a una casa que la fue perdiendo poco a poco tras albergar el mal en ella.
Ahora todo era distinto. Y mientras los Brooke se hospedaban en una zona que hasta él mismo desconocía de lo grande que era la mansión, más tensión se acumulaba en su cuerpo. Definitivamente, el peor verano de su vida.
— Draco, ¿Estás... bien?
La voz de Narcissa interrumpió los pensamientos del rubio, que tras tensar los músculos de la espalda ante la dulce voz de su madre, se estiró y dejó a dos palmos del suelo de lo alto que se había vuelto. Sus ojos grises se encargaron de recorrer la cara de Cissy, dejándole en evidencia que estar "bien" no estaba en su estado de ánimo desde hace mucho tiempo.
— Perfectamente. —Contestó, pero mintió.
¿Cuántas mentiras sostenían esos grandes muros de piedra? Muchas. Demasiadas.
— Vendrá pronto. Debemos de estar preparados para la reunión mensual... al parecer hay nuevos cambios y debéis de estar presentes. Los dos.