Mundial

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Pov. T/n

-¡Choi!-Grita el entrenador.-¿¡Qué cojones te pasa!?

-Lo siento señor.-Hago una reverencia.-Estoy un tanto cansada.

-No me sirve esa excusa.-Dice enfadado.-Juega bien de una vez.

Asiento desconfiada, volviendo al campo con mis compañeras de equipo.

El entrenamiento empezó hace media hora y el malgasto energético de ayer por la noche me pasa factura.

Son las ocho y media de la mañana y yo estoy jugando al fútbol con una resaca increíble, por culpa de mi mejor amiga, la cual insistió en salir de fiesta y emborracharme.

El entrenamiento prosigue, siendo un completo desastre por mi parte.

Una vez llega a su fin, nos sentamos en el pasto frente a nuestro entrenador.

-En menos de dos semanas empieza el mundial y vosotras estáis dormidas.-Dice el entrenador enfadado.-Más os vale que espabileis si no queréis iros antes de siquiera empezar.-Dice mirándome.-Largo.

Nos vamos a los vestuarios para poder ducharnos y cambiarnos.

-Pensé que iba a venir tu novia.-Dice Yeji, mi compañera de equipo.

-Ayer se enfadó conmigo por salir de fiesta y llegar a casa como una cuba.-Río.

-Solo a ti se te ocurre ir de fiesta el día antes del entrenamiento.

-No fue mi ocurrencia.-Ruedo los ojos haciéndola reír.-Al llegar a casa tengo que hablar con Jennie, si no quiero morir a sus manos.

-¿Va a ir a algún partido?

-En principio sí.-La miro.-Si pasamos, vendrá a los partidos que sean cercanos y a la final.

Asiente y se mete en la ducha.

Una vez lista, salgo del vestuario y me dirijo al coche.

-Choi.-Dice el entrenador.-No hagas que me arrepienta de haberte escogido.

-No señor.-Digo haciendo una reverencia.-Siento mucho las molestias.

Asiente y se encamina hacia su coche. Suspiro y conduzco hacia casa, a la espera de la siguiente bronca del día.

Una vez llego, abro la puerta y me adentro en la cocina, donde se encuentra Jennie desayunando.

-Buenos días mi amor.-Digo dejando un beso en sus labios.

-Buenos días.-Responde seca.-No creí que tuvieses fuerzas para ir al entrenamiento.-Dice cruzada de brazos.

-Muchas fuerzas no tenía, pero es obligatorio ir al entrenamiento.-Digo recogiendo la taza de Jennie.-¿Sigues enfadada?

-Qué va.-Rueda los ojos levantándose en camino al salón.

Sonrío negando y la abrazo por detrás, caminando con ella hasta llegar al sofá.

La alzo y la siento sobre mi regazo bajo sus quejidos.

-¿Te parece normal llegar a casa a las tantas de la mañana así de borracha?

-Sabes que fue culpa de Seulgi.-Digo dejando besos en su mejilla, cuello y hombro.

-¿También fue culpa de Seulgi que bebieses como si no hubiese un mañana?

-Más o menos.-Río nerviosa.-Ella me daba la bebida.

-Y tú la bebías.-Suspira.-Eso te hace mucho daño T/n.

-Una vez no pasa nada.

-Pero una vez se convierte en muchas más T/n.-Se gira quedando cara a cara.-Tienes un mundial a la vuelta de la esquina.

One Shots (Jennie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora