One Shots (Jennie y tú)

Deuda

Pov. T/n

-Vamos a ver querido.-Digo agarrando de la camiseta a Kai.-¿Tienes pensado pagarme o quieres morir?

-Vamos T/n, nos conocemos desde niños.-Dice nervioso.

-Creo que no fui suficientemente clara.-Suspiro.-Tienes hasta mañana para traerme el dinero, si no.-Lo suelto.-¡Pum!-Digo colocando la pistola en su frente.-¿Entendido?

Asiente asustado dejándose caer, con las lágrimas amenazando con salir.

-Largo.-Escupo.-Mañana a las cinco aquí, no me hagas ir a buscarte.

Vuelve a asentir, abandonando el lugar en el cual estábamos. Se sube al coche y arranca rumbo a, lo que supongo, su casa.

Pov. Jennie

Escucho la puerta y unos pasos adentrándose.

-Kai.-Digo mirándolo.-¿Todo bien con T/n?

-Esa desgraciada me tiene entre la espada y la pared.-Dice furioso.-¿Hiciste la comida?

-Ya casi está.-Digo volviendo a la cocina.

-Te dije que en cuanto llegase quería la comida en la mesa.-Dice colocándose detrás mía, susurrando en mi oído.-¿Lo olvidaste?

-No, es solo que tarda un poco.-Digo sintiendo sus manos recorrer mi abdomen.

-Eso no es una excusa.-Se sienta en la mesa.-Termina rápido mujer, no tengo todo el día.-Suspira.-Tengo que encontrar forma de conseguir todo el dinero. Supongo que tendré que hablar con tu padre.

Asiento y coloco la mesa, dejando también la comida en el centro.

-Esa hija de puta.-Escupe.-¡Esto está malísimo!-Gruñe.-¿¡Es que no sabes cocinar!?

-Puedo hacerte otra cosa.-Me levanto rápidamente.

-Tu deber como mujer es consentir a tu marido.-Dice colocándose a mi lado.-Debes aprender a cocinar inmediatamente.-Gruñe.-No sirves para nada.

-Solo dame cinco minutos.-Murmuro sintiendo su aliento en mi cara.

-No tengo cinco minutos, quiero comer ya.-Alza la mano impactándola en mi mejilla, con todas sus fuerzas.-Tendré que pedir delivery.-Me agarra, arrastrándome hacia el salón.

Me tira contra una pared y se agacha a mi altura.

-No te muevas de aquí.-Susurra.-No vaya a ser que se me escape la mano.-Alza mi mentón dejando un beso en mis labios.

Se aleja dispuesto a llamar mientras yo me acurruco en mis piernas, llorando.

Pronto escucho la puerta, y a Kai entrando en la cocina con su comida.

Una vez termina, se adentra al salón y llama a mi padre, para conseguir su tan preciado dinero.

Pov. Kai

-Hola suegro.-Digo una vez contesta.

-Hola Kai.-Escucho.-¿Necesitas algo?

-Tu hija se metió en problemas con una mafiosa y ahora necesitamos dinero para pagar.

-¿De cuánto hablamos?

-Cincuenta mil dólares.

-¿¡Cincuenta mil dólares!?-Dice furioso.-No voy a prestar ni un centavo.

-Pero...

-Eres tú el que debe cuidar a mi hija.-Dice antes de colgar.-Búscate la vida.

Pov. Jennie