One Shots (Jennie y tú)

Talasofobia

Pov. Jennie

Miro por la ventana del autobús mientras nos dirigimos a tan ansiada playa.

La excursión organizada por el instituto fue tan pedida por nuestra clase, que la llevaron a cabo.

Una vez llegamos al puerto, nos montamos en un barco y nos llevan a una isla.

Veo entonces a un grupo de chicos molestando a T/n, una chica que tiene talasofobia, de la cual me enamoré cuando empezamos el curso.

Se encuentra temblando mientras los chicos la empujan con intenciones de asustarla.

Suspirando, me acerco y los separo de la chica, que me mira asustada.

-Si tuvieseis vosotros talasofobia, no os haría ni puta gracia estar en este barco.-Digo colocándome delante de T/n.

-Vamos Jennie, eso no es ni fobia.-Ríe Kai.

-Si no lo fuese, no tendría miedo y no se diagnosticaría a tanta gente.-Me mira aburrido.-Largaos ya.

-Gracias.-Escucho un murmuro detrás mía.

-No es nada.-Sonrío.-¿Porque no te colocas en un lugar más central del barco?-Pregunto.-Tal vez te puedas relajar un poquito más.-Asiente.-Ten.-Digo alargando mi mano, esperando que la agarre de vuelta.-No tengas miedo,¿si?

Nos encaminamos al centro del barco y nos sentamos viendo al resto de los alumnos jugar y gritar.

-No debe faltar mucho para llegar.-La miro.

-Pero luego hay que volver a montar.-Suspira intentado alejar su mirada del agua.

-Si te sientes más segura, puedo estar a tu lado todo el trayecto.-Me mira.-Y en la playa.

-Gracias.

Pronto llegamos a la isla y nos bajamos, caminando en dirección a la playa.

Una vez en ella, colocamos nuestras toallas pegadas mientras vemos a todos entrar en el mar.

-Puedes ir a bañarte si quieres.-Dice.-Puedo estar sola.

-No hace falta.-Sonrío.-Tampoco es como que ame el mar y necesite meterme.-Asiente.-Pero ya que estamos aquí, al menos podemos conocernos un poco más.-Me mira.-¿Hubo algún acontecimiento que desarrollara tu talasofobia?

-Lo hubo.-Suspira.-Cuando era pequeña, perdí a mi padre pues fue comido por un tiburón.-Baja la mirada.-Mi madre me mandó a psicólogos para ayudarme con la fobia y funcionó, más o menos.

-¿Más o menos?

-Antes no podía ni oler el mar, me daban ataques de pánico.-Se acerca un poco más a mi.-Ahora puedo acercarme un poco más y verlo. Lo que no puedo es adentrarme.

-Entiendo.-Sonrío triste.-Aún así, supongo que te sientes insegura estando aquí.-Asiente.

-Bastante.-Susurra.

-¿Por qué viniste?

-Mi madre creía que tal vez podía ayudarme, aunque no me metiese al mar.

-Está subiendo la marea.-Digo viendo como T/n se asusta y se abraza a mi cuerpo.-Alejémonos un poco más.

Nos levantamos y agarramos la toalla sintiendo el mar en nuestros pies.

-¡Ah!-Grita T/n subiéndose encima.

-Está bien, estoy aquí.

Llorando, se esconde en mi cuello temblando mientras yo camino a paso rápido a un lugar más alejado.