Capitulo 5 : Porque tu?

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Permanecemos callados en esta habitación que por su decoración te invita a follar.

Lo observo pasmada, a la espera de una explicación. No obtengo más que la intensa mirada de sus ojos  desde el otro lado de la estancia. Me siento como si estuviera analizándome bajo la lente de un microscopio y la copa de vino empieza a revolverse en mi estómago, dando vueltas sin parar mientras me balanceo nerviosa sobre mis tacones.

-¿Qué es esto, una broma?-digo medio riéndome.

Sigo esperando a que me ilumine, pero no dice nada. Intento ignorar el magnífico cuerpo masculino que tengo delante y busco desesperada mente en mi cerebro algún tipo de guía. No sirve de nada. No estoy ciega. Lo cierto es que me he imaginado su torso más de una vez, y he de decir que supera con mas de un cincuenta por ciento de mis mejores fantasías y expectativas. Este hombre es más que perfecto. ¿Qué se supone que debería hacer? Sigue ahí, de pie, con la cabeza ligeramente inclinada, mirándome. Su mirada es penetrante, tiene la boca entreabierta y percibo el subir y bajar de su increíble pecho. Existe una definición muy acertada; no es excesivamente musculoso, es... simple y llanamente... perfecto. Si vestido me deja sin palabras, verlo así me arrastra al borde del infarto creo que hay que llamar a los para médicos necesito CPR pero que me de el respiración boca a boca. Respiro hondo para no reir. Madre mía, tiene el vientre en V creo que me estoy babiando.

Su respiración agitada hace que los músculos se tensen y se destensen, y la frecuencia de las inhalaciones hace fracasar su intento de aparentar impasibilidad. Está muy nervioso. ¿Qué hace ahí y así, sólo con unos calzoncillos, recién afeitado, mostrando todavía más? Me abofeteo mentalmente. Salta a la vista a qué está jugando. Sabía que no debía confiar en él. Es tan irreal y tan tremendamente presuntuoso que casi pierde todo su atractivo... casi pero ese casi es .1% . Me río para mis adentros. No pierde nada de atractivo. Al contrario. Me invade el deseo. ¿Esperaba verlo? Sí, lo admito. Pero ¿así? Dios si me estas escuchando enviando me señales por favor asi mas a menudo. Emma habia soñado con este momento.  Sí, la verdad es que sí. Es prácticamente en lo único que he pensado desde que le puse los ojos encima.

Tiene los brazos cruzado y esa actitud segura y decidida. Santo Dios, Me observa con una determinación absoluta, y su mirada me dice que estoy a punto de morir de placer. Si ya no me muerto y mi alma no sea la que esta vagando.

Debería marcharme pero, por más que sepa que he de hacerlo, por más que mi sensatez me obligue a huir, no lo hago. En vez de eso, bajo la mirada hasta sus muslos, cubiertos por los calzoncillos , y ver un bulto a la altura de su entrepierna. Está completamente excitado y, a juzgar por la violenta sacudida de deseo que acabo de sentir en el estómago, yo también. Hay papa esto si que no es de Dios. Tengo que recordarme que después de esto debo ir a confesarme.

Pero mi cuerpo se bloquea, presa del pánico, y tengo sentimientos encontrados. Mi lado prudente me insta a largarme de aquí, pero mi lado temerario me ruega que me quede y que acepte lo que quiere darme. Esto está mal. Acabo de charlar con su novia en el piso inferior. Bueno, charlar exactamente no. Eso implicaría que hubiera sido una conversación amistosa, y no es el caso. Mi mente en conflicto hace que cambie de postura mientras separo los labios e inspiro profundamente.

Agacho la cabeza. -Relájate, Emma  -me tranquiliza con voz suave-. Sabes que lo estás deseando.

Casi rompo a reír. ¿Y quién no? Sólo hay que verlo.  El único movimiento visible es el de mi corazón golpeándome el pecho, y su ritmo se multiplica por diez cuando él empieza a caminar hacia mí , con los ojos clavados en los míos. Cuando se encuentra a tan sólo unos centímetros de distancia,siento que se multiplican mis ritmo a 20 mas.  Su aroma fresco me inunda la nariz y hace que el cuerpo se me tense de manera involuntaria. No sé cómo lo consigo, pero dejo la mirada fija en la suya y levanto la vista para mantener el contacto mientras se acerca hasta que lo tengo ante mí. Está lo más cerca que puede estarlo sin llegar a tocarme físicamente. Si existe un equivalente al DEF +CON 1, Codigo Rojo o tal vez uno de alerta máxima para el cuerpo humano, acabo de alcanzarlo. -Date la vuelta -ordena con voz suave. Yo obedezco sin pensar y me vuelvo despacio mientras resoplo y cierro los ojos con fuerza.

Maravilloso Secreto. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora