Que haré no le he contado nada a Irene desde que lo conoció.
Y aquí está otra vez, hablando con el gerente de finanzas y algunos clientes que viviran aqui, vestido con un traje negro y camisa blanca y una corbata roja.
Dios que sexy !!! huelo a pecado. Mmm.. con una mano metida en el bolsillo y la otra sosteniendo un archivador. Parece, como siempre, un puñetero Dios griego. Y, como si sintiese mi presencia, levanta la vista y nuestras miradas se cruzan.
-¡Mierda! -maldigo, y me vuelvo hacia Irene . Ella aparta la mirada de Dylan y la dirige hacia mí, con los ojos llenos de satisfacción y se que esta aguantando la risa.
-¿Sabes qué? Me iba a ir a casa a llorar con un rico helado que me espera en el refrigerador , al estilo pelicula dramáticas , pero creo que voy a quedarme un ratito. ¿Te importa? Creo que aqui hay un ambiente de película extraordinaria mejor que 50 sombras y mira que la peli no es nada como el libro . -Da un trago a su bebida con una sonrisa burlona mientras yo le dedico un gruñido y le saco la lengua.
-Ése no es el comportamiento de alguien a quien supuestamente no le importa nada otra persona, a Emma -me provoca.
-Fui a su hotel & club Park el martes y casi me acuesto con él FELÍZ!!!-le suelto.
-¡¿Qué?! -exclama , y coge una servilleta para secarse el chorro que le cae por la barbilla.
-Se disculpó por el mensaje que me había mandado. Yo volví a alli e hizo que el grandullón me encerrase en una habitación. ¡Él me estaba esperando medio en pelotas!
-¡Venga ya! Madre mía. ¿Quién es el grandullón? ¿Sólo medio?
-Bueno, no es un mayordomo. No tengo ni idea de cuál es su función exactamente. Quizá se dedique a hacer un guardaespaldas mezclado con la mitad de un mayordomo y un por ciento muy alto de atrapa mujeres.
-¿Por qué no me lo habías contado?
-Irene, fue un desastre. Me largué corriendo cuando oí que su novia lo llamaba. Para colmo apareció anoche en casa exigiendome.Los nervios hacen que le dispare los datos básicos a toda velocidad sin casi respirar.
-¡Joder! ¿Qué clase de exigencias? Que firmará un contrato uf! A lo ChristianGrey -Está pasmada y curiosa. Y es normal.
-No lo sé. Deja el libro a un lado! El es un capullo arrogante. Me preguntó cosas como cuando me follase.Ella escupe otra vez. -¿Que te preguntó qué, y no te acuerdas vamos como me digas que no te gustaría que fuera como Grey te....¡Joder, Emma. , viene hacia acá !
No ! Fastidies!!¡Viene hacia aquí! Segura?-Me mira nerviosa y asiente con los ojos todavía chispeantes de diversión. ¿Para qué ha venido? Empiezo a planear mi huida, pero antes de que mi cerebro ordene a mis piernas que se muevan, siento su presencia detrás de mí; percibo su olor. Mierda!!!
-Me alegro de volver a verte, Irene -dice con voz pausada-. ¿Emma? ...Sigo de espaldas a él. Sé perfectamente que si me vuelvo para saludarlo quedaré de nuevo atrapada en el peligroso reino de Dylan , un lugar en el que soy incapaz de pensar de manera racional. Ya agoté mis reservas de fuerza anoche, y no he tenido tiempo de volver a recargarlas. Esto es horrible. Prometió que no volvería a verlo. Que si le decía lo que no quería oír jamás tendría que volver a verlo. Hice lo que me exigía, así que ¿por qué no cumple con su parte del trato?...
Irene nos observa a ambos esperando que uno de los dos diga algo. Desde luego no voy a ser yo.
-Dylan -lo saluda -. Discúlpame. Tengo que ir a empolvarme la cara un poco .- Deja su copa vacía en la encimera y se marcha. La maldigo para mis adentros.
Él me rodea hasta situarse delante de mí.
-Emma, en la noche de hoy estás fantástica -murmura.
- Me dijiste que no volvería a verte -lo fulmino con la mirada y ignoro su cumplido.
-No sabía que estarías aquí.
Lo miro con aire cansado.
-Me has mandado flores.- rodeo mis ojos.
-wau! Es Verdad, Me impresiona su inteligencia y su memoria . -Una sonrisa empieza a dibujarse en sus labios.
No tengo tiempo para estos jueguecitos de el.
-Si me disculpas -digo, y me dispongo a marcharme, pero él da un paso y se interpone en mi camino.
-Esperaba que me enseñases el edificio.
- No se preocupe le avisaré a Luisa que por lo que veo te lo mostrará encantada.
-Prefiero que lo hagas tú.
-La visita no incluye un polvo de bienvenida -le espeto.
Él frunce el ceño. -¿Quieres hacer el favor de cuidar ese vocabulario?
-Usted disculpe -mascullo indignada-. Y haz el favor de volver a colocar el asiento en su sitio cuando conduzcas mi coche.
Él esboza una sonrisa totalmente infantil y yo me enfado todavía más conmigo misma al sentir que mi corazón se acelera. No debo permitir que vea el efecto que provoca en mí.
-¡Y no toques mi música!
-Perdona. -Sus ojos brillan con picardía. Es tan jodidamente sexy...me maldigo y lo maldigo a el mil veces mas y el echo de que tiene novia.
-¿Te encuentras bien?. -Alarga la mano y me acaricia el brazo suavemente con el dedo.
-¿Estás nerviosa por algo?
Me aparto.
-En absoluto. -No puedo permitir que la conversación siga ese curso.
-¿No querías ver el apartamento?
-Me encantaría. -Parece satisfecho. Enfurruñada, lo guío desde la cocina hasta la enorme sala de estar.
-Salón. -Hago un gesto con la mano hacia el espacio general que nos rodea
- La cocina ya la has visto-digo por encima del hombro mientras atravieso la habitación hacia la terraza
-Vistas. -Mantengo el tono de desidia y oigo cómo ríe detrás de mí. Volvemos por el salón hasta el gimnasio, y no digo ni una palabra más mientras recorremos el ático.
Dylan estrecha la mano a varias personas que nos vamos encontrando por el camino. Descarado , pero como yo no me detengo para darle tiempo a pararse a charlar prosigue detrás de mi como perro siguiendo a su dueño.
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Maravilloso Secreto.
OverigEste libro te poseerá hasta incluso será una pasión más arrolladora. Una historia perversamente romántica. "¿Pero será un amor por el que merece la pena apostarlo todo?" Emma Morgan una joven española que vive en Holloway, Londres donde ha intent...