Kayle, más nervioso que de costumbre, le hizo la pregunta a la cuál ella, sonrío tímidamente y dijo: SI. Se despidió de ella, llorando. Llorando como nunca pensó en llorar por nadie. Ella le abrazó y le pidió que se calmara. Él con miedo de que fuera la última vez que la viera. Ella tan segura de que se volverían a ver. Ella le cogió de la mano y le dijo: "Kayle, esto es de verdad. Lo que sentimos es real y siempre, volveré a ti y a tu lado, tan rápido, que no vas a tener tiempo de echarme de menos". Se fue y él, ya la echaba de menos. Al día siguiente, al volver a su casa, el viaje le pareció menos pesado y más agradable. Ver a Alanna le había dado fuerzas de luchar por la que ha sido, el amor de su vida. Era íncreiblemente increíble. Era la bondad personificada y el haberla conocido fue lo mejor que le pudo pasar.
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Es la historia de un amor como no hay otro igual
RomanceNada es como parece, cuando crees estar arriba, en la cresta de la ola es cuando ves que la caída puede ser catastrófica. La vida es una veces amiga y otras enemiga, ten en cuenta que quién te acompañe en ella, las gracias nunca sobran porque quién...