Y pasaba el tiempo y no se alejaba de su lado. Kayle no podía creer que siguieran en el mismo camino. No le llegaba ni a la suela de su zapato. Pero ahí estaban, luchando por un objetivo común. Eran felices, estaban contentos y se disponían a salir de fiesta. Fiesta que se convertiría en uno de los recuerdos más maravillosos que existen. Resumido todo en una foto. Una foto de Kayle y Alanna haciendo el tonto. Sentados en un banco besándose como si de dos tortolitos se tratara. Aún lo recuerda como si fuera ayer, a pesar de lo despistado y olvidadizo que era y que es. Una cita especial con la chica especial, paseos y paseos hasta las tantas y las tantas de la noche. Increíblemente increíble serían las palabras perfectas para describir los momentos al lado de Alanna.
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Es la historia de un amor como no hay otro igual
RomanceNada es como parece, cuando crees estar arriba, en la cresta de la ola es cuando ves que la caída puede ser catastrófica. La vida es una veces amiga y otras enemiga, ten en cuenta que quién te acompañe en ella, las gracias nunca sobran porque quién...