Adriana.
Anoche no había dormido mucho que se dijera, había pensado toda la noche en ese mensaje, la verdad sí me comenzaba a preocupar un poco que me llegase a escribir con intensidad como lo había estado haciendo dos días seguidos. Bloqueé el número porque no quiero ponerle importancia, quizás es una estupidez, solo quieren hacer bromas y no estoy para ese tipo de estupideces, tengo más cosas que hacer que estar aguantando esas bromas.
Faltaba una hora para llegar a casa, el auto solo venía reproduciendo música aleatoriamente, no había querido comentarle a Lucas sobre los mensajes que me llegan, no es que no nos tengamos confianza, pero hay cosas que prefiero guardarlas para mí.
—¿Estás bien?
—¿Qué?
—Estás muy desconcentrada, ¿estás bien? ¿ya comiste?
—Estoy bien, y no, no he comido, no tengo hambre la verdad.
—Bien, ya llegaremos.
—Bien.
—¿Hay algo qué quieras contarme?
—La verdad, no.
—¿Segura?
—Sí, demasiado segura.
—Bien.
No volví a contestarle y me dediqué a ver los árboles que adornan el camino, hasta que llegó el punto de quedarme dormida.
Un beso en mi mejilla me logró despertarme, abrí los ojos perezosamente, encontrándome a Lucas en el asiento del copiloto, el carro ya no estaba avanzando así que supuse que ya habíamos llegado a casa. Restregué mis ojos con pereza.
Quiero dormir o morir, lo que se logre primero.
—Llegamos, preguntó por enésima vez, ¿estás bien? ¿estás cansada?
—Un poco, creo que por eso me dormí.
—Entiendo—miro la hora en su reloj.—Vamos así puedes descansar, tengo que hacer unos mandados.
Asentí.
Abrí la puerta del auto, bajando con las cosas que cargaba en las manos, fui a dejarlas en la entrada, nadie salió. Así que supongo que si Thomas fue a la fiesta sigue dormido, papá y mamá han de estar en el trabajo.
Lucas me ayudó con las maletas, las colocó en el recibidor cuando abrí la puerta, la casa estaba en completo silencio. Thomas estaba acostado boca abajo en el mueble, profundamente dormido. Lucas se despidió de mí con un beso, le dije que avisará cuando llegará a su casa, dijo que estaba bien y salió.
Me acerqué a Thomas después de quitarme los zapatos estaba roncando suavemente, su frente brillaba debido al sudor, pasé de largo para encaminarme hacia la cocina, pero su voz me hizo detenerme.
—¿Adriana?
—Sí, soy yo—me acerqué a él, toqué su frente que estaba demasiado caliente.—¿Estás bien? Estás hirviendo.
—Me siento tan cansado.
—¿Quieres tomar algo?
—Sí...no, no de ti, no.
—¿De mí no?
—No.
—Bien...
Sacudió su cabeza.
—¿Cómo estás? ¿estás bien? ¿comiste? ¿te lastimó?—preguntó, preocupado.
—Mhmm, creo que estás alterado, ven acompáñame.
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Mi oscuro secreto ✔️
Bí ẩn / Giật gânAdriana, una chica un tanto misteriosa. Desapariciones. Acciones inesperadas. Venganzas. Traición. Secretos del pasado que viene persiguiéndolos. Y no se irán hasta que los destruya a ellos, o ellos la destruyan a ella. ⚠️Advertencia⚠️: Contiene...