Capítulo 13

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Adriana.

Estaba guardando unos cuadernos en los casilleros, cuando los teléfonos de todos comenzaron a sonar, fácil. Eran los chismes, cuando un chisme se corre en la universidad, créanme, se corre en toda la universidad, no hay nadie que no se dé cuenta. Y la verdad, es una mierda, tanto por las fotos íntimas que se corren, videos de peleas, etcétera.

Se podría decir que yo soy una chismosa, sí. Pero no voy a divulgar algo que no me incumbe o no tengo permiso para divulgarlo. Tomé mi teléfono que estaba en el bolsillo trasero de mi pantalón, era un número que se utilizaba en la nueva página y grupo de chismes. No iba a abrirlo cuando me di cuenta de que todo el pasillo se quedó completamente en silencio.

Abrí el mensaje con el archivo adjunto, no es como que me interesará mucho.

Número desconocido: ¡Hola! Los chismes llegaron de nuevo a mí. Y esta vez con una prueba. Prueba que nadie puede negar porque sé mira demasiado clara.

Número desconocido: *Foto*

No me sorprendí mucho con la foto, ¿por qué? Pues ya era de esperarse, no iba a molestarme por ello. La foto era Lucas, con Sofía su ex. Estaban sentados en su auto conversando de lo más tranquilo. Aunque bien, son amigos, sí, pero en esta foto hay más que amistad. No voy a negarlo, tampoco voy a molestarme. No somos nada del otro mundo. Y si pensábamos tener una relación está claro que eso no sucederá nunca.

Guardé mi teléfono volteando los ojos, cerré mi casillero con la tranquilidad del mundo, una foto no me preocupaba, ni dañaba nada de "mi reputación" la verdad, es que me importaba una mierda la reputación o no. No me baso en ser la popular del lugar, solo estudió para poder irme de este estúpido lugar.

Me di la vuelta y caminé hacia la salida, ignorando todas las miradas confundidas, todos murmuraban. Porque según ellos yo tenía una relación con Lucas, lo cual no era así. Simplemente nos buscábamos cuando teníamos algo de calor. No voy a mentir al comienzo de "nuestra relación" sí pensé normalizar nuestra extraña relación, porque antes entre nosotros todo era mejor, ahora no sé exactamente qué nos pasó.

—¡Adriana! ¡¿Qué se siente que te pongan el cuerno?! —gritaron detrás de mí.

No respondí ni detuve mis pasos, le saqué el dedo medio cuando abrí la puerta, me encontré a las chicas: Bianca, Diana, Leila esperando por mí. Es curioso que el nombre de las cuatro terminé con la letra "a" y me aproximé a ella, que esperaban que maldiciones salieran de mi boca, lo cual no iba a salir. Me importaba un reverendo pepino en donde metiera la polla Lucas.

—Hola, ¿cómo estás? —preguntaron las tres al mismo tiempo.

Fruncí el ceño.

—Bien... ¿y ustedes?

—¿Segura? —quiso saber Leila.

—¿Debería estar mal? —pregunté.

—No, solo... —Diana guardó silencio, hice una mueca para que siguiera hablando—. Bueno, después de lo de Lucas... queremos saber si estás ya sabes...

—¿Enojada? No. ¿Molesta? Tampoco. ¿Celosa? Para nada. No se preocupen por eso, todo está bien.

Bianca bufó.

—Te creo, pero... —se interrumpió a sí misma, mirando detrás de mí—. Tu tortolito te busca.

Me di la vuelta, Lucas se encontraba parado detrás de mí con las manos metidas en los bolsillos, suspiré. No me dejaría ir hasta que habláramos. Era intenso cuando se lo proponía.

Mi oscuro secreto ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora