Mi oscuro secreto ✔️

Capítulo 24

Daren.

Analepsis.

Se preguntarán, ¿cómo conocí a Darwin? Lo conocí en la primera sobredosis que tuvo mi madre, Alicia. No vamos a entrar a detalle, porque la verdad es algo de lo que no me gusta hablar, era tan solo un niño cuando vi a mi madre en una sobredosis. Darwin me ayudó en varias ocasiones y me enseñó a ganar dinero para poder mantenerme cuando Alicia murió.

Y así fue cómo comenzó nuestra amistad. Luego de unos años conocí a la chica ésta, su mejor amiga, Adriana la amargada que me jode la existencia. Al comienzo tuvimos nuestras diferencias, pero llegó la fiesta de mi cumpleaños y bueno... nos besamos... nos tocamos y no llegó a más porque mi mejor amigo llegó a su habitación. Pero algo con lo que no contaba era con su desaparición.

—Sí, Daren. Darwin sigue desaparecido—musita Adriana al otro lado de la línea.

—No es posible...

—Lo es, no llego a la casa de Bianca y tampoco llego a su casa, todo es tan raro.

—Ya pasaron dos días—musité, restregándome los ojos—, son las 04:35 a.m. Es imposible que no haya llegado a su casa.

Tampoco contaba con que esa misma tarde la chica desapareciera, se me hizo extraño encontrarme con una llamada de ella, estaba dormido, no pude contestarle, dio la noche y ella seguía desaparecida. Estuvimos buscando unas horas, llamándola y demás. No apareció rastro de ambos. Hasta las 3 de la mañana donde su padre llamó a su familia y su familia me contactó a mí para decirme que él había muerto.

Al comienzo no quería creerlo, hice todo lo posible para no atormentarme pensando cosas que no quiero pensar, o más posiblemente no quiero saber que pasaron. Pero me quiero asegurar de que no es cierto, dejé a Marco dormido en su habitación, tomé mi chaqueta y salgo disparado hacia la morgue.

Cuando llegué allá la realidad me manda de un bofetón hacia el suelo, sí es verdad, mi mejor amigo está muerto. Está muerto y no hay nada que se pueda hacer con ello, el padre de Adriana está esperando que su madre le ceda la conversación, por primera vez en mi vida veo algo de tristeza en sus ojos y supongo que es por su hija.

Destapa la sábana con la que mi mejor amigo está cubierto y siento un fuerte dolor en mi pecho, su rostro está golpeado, y hay demasiadas marcas en su cuerpo, es irreconocible.

—¿Podemos hablar? —pregunta él.

—Dime, William, ¿qué pasó? —le pregunta la señora Martha.

—Voy a explicarles todo lo que sufrió según mis análisis, sufrió de golpes, demasiados golpes con tablas o bates, eso logré identificar por sus hematomas, miren por aquí—comenta, señalando sus moretones por brazos y piernas. —Le destrozaron la mano izquierda, no tenía arreglo, sus huesos estaban triturados. Y estas marcas—señala las marcas de su pecho—, son por cadenas, si pueden ver las formas de las cadenas apretadas a su alrededor, también pueden ver estas leves quemaduras en las mismas marcas, son por cargas eléctricas, lo que quiere decir que eso lo dejo inestable. Su causa de muerte fue envenenamiento por: Batracotoxina. El cual es el veneno de la rana phyllobates terribilis más conocida como la rana dardo dorada es muy venenosa. Aquí—explica, señalando unos puntos en su piel y uno que está en su estómago—el veneno fue inyectado con flechas, murió unos minutos después de la última flecha.

Nadie de nosotros dice nada, yo no sé qué decir o cómo reaccionar. Solo quiero que me digan que es mentira, pero eso no funciona. Estamos en el mundo real, quien muere. Muere. Nadie lo hará regresar, nada ni nadie hará que este momento cambie en la historia. Mi mejor amigo que me apoyó siempre en los peores y mejores momentos murió, y lo hizo de la peor manera. Sufriendo, él siempre deseó morir en paz y tranquilo, ni eso le pudieron cumplir.