UN OMEGA PARA PAPÁ ( YOONMIN) (OMEGAVERSE)

EL JEFE

—Bueno, lo detendremos. —Una orden, envuelta en un ronco ruego.

No fue necesario decir más, kai y zico sabían que debían visitar a la pequeña rata de alcantarilla. El resto de los chicos tenían la mirada afilada, los músculos tensos, no conocían a suran, pero nadie tocaba al pequeño kooki.

Nada fue fácil para ninguno de ellos, pero desde que conocieron a suga, las mierdas que los cubrían fueron dejando de ser tan pesadas.

La verdad es que suga se encargo de darles una vida más cómoda, violenta cuando era necesario, pero lo importante es que les dio una manada, una familia a la que protegerían como fuera, sobre todo a ese pequeño cachorrito que les alegra los días de mierda, esa cosita de ojitos saltones y dientecitos de conejo, es por lo que sin duda alguna matarían.

Encontrar a Jackson fue realmente fácil, les tomo solo 24 hrs concretar una cita con él, pidiéndole un cargamento pesado de mariguana. ¿Que porque de esa forma? Fácil. No querían alertarlo, y la verdad les gustaba jugar con su presa.

Todo lo contrario, a suga, el si que era letal, sin juegos, directo a la yugular.

Todo transcurrió normal, hasta que el reloj marco las 6:00 de la tarde, Kuan, kai y zico, tomaron sus respectivas armas, Kuan las llaves del auto junto a kai, salieron de la mansión, zico los siguió de cerca en su preciada moto una hermosa Kawasaki zx-10r, una bestia.

No les tomo mucho llegar al punto de entrega, putas por donde voltearas, humo, alcohol," mierda" gritaba el lugar. Kuan estaciono el auto frente a un viejo edificio, zico aparco un poco atrás, cerca del callejón mal oliente y sin salida.

No necesitaron esperar, una silueta negra se acercó al auto, Jackson vestía completamente de negro, cubriendo su rostro con la capucha de la sudadera, toco la ventana de atrás cerca del copiloto, tres veces. Kai bajo la ventana dejando ver su rostro rudo y bien parecido, lentes oscuros cubrían su verdadera identidad, chaqueta negra contenía su musculatura, vaqueros negros abrazaron sus fuertes y musculosas piernas.

Forzar no fue necesario, intimidar quizá lo hacían al natural. Una pequeña orden fue necesaria. - sube. - con un suave movimiento de cabeza.

Que lo maldigan por subir, por ansiar tanto el dinero y el poder. Jackson vio a todos lados, toco su nariz, sintió el peso de la mercancía en su mochila, saco su revolver de la sudadera y subió al auto rumbo a su muerte.

Cuidado te lastimas. - rio kai meneando la cabeza.

El auto se puso en marcha, - a donde. - dijo Jackson sin mirar a kai.-

Con el jefe. - dijo kai, sin importancia. - el quiere conocer a su distribuidor. - te sacaste el grande muchacho. - rio sin gracia. - y baya que es grande. - toco su anillo, sin verlo un segundo.

Un puñetazo brutal le rompió la mandíbula al chico. Se cayó al suelo, escupiendo sangre. El dolor fue tan intenso que se le escapó todo el aire de los pulmones. Mierda que si vio las estrellas y el estómago se le llenó de ácido.

Si fuera humano, ese golpe seguro le deformaría el rostro, pero era un cambia forma se curaba con más rapidez que un humano, sus huesos se regeneraban rápidamente, pero el dolor continuaba expandiéndose.

Conoce. - se oyó una voz gruesa e imponente. - al encargado de tu tortura. - el lugar se llenó del sonido de unas pisadas fuertes, en aquel momento supo que no saldría vivo, su alfa se crispo alerta , la amenaza del alfa que acababa de llegar , le perforo la columna vertebral. Suga le dio una fuerte patada en las costillas. –Cuando te hable, tú me miras.-. Patada, patada. Aquella enorme bestia tenía una presencia sobre natural, demoniaca y frívola, colmillos y músculo sobre músculo. –¿Entendido? Entre jadeos de dolor, el chico respondió –Oh, sí, lo entiendo. Aunque le cayera sangre de los oídos y la boca, seguía consciente de lo que le rodeaba. Un sótano mal oliente y frio, lleno de un aura inmortal, olía a muerte, vio a los cuatro hombres frente suyo, su mente le grito que eran asesinos que habían sido expulsados del infierno.

Le vasto ver al hombre de en medio, sus ojos, su cuerpo todo el gritaba peligro.

 Y supo que estaba frente al mismísimo rey del infierno.