Capítulo 27

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Algunas semanas después...

Facilier continuó tutorando a Sarah de tanto en tanto, por lo regular antes de sus clases con Regina, y se hicieron un poco "cercanos" durante dichas sesiones. Aunque, a decir verdad, casi no platicaban, mayormente se limitaban a hablar sobre cosas relacionadas con los ejercicios que Sarah practicaba, muy esporádicamente llegaban a preguntar por el día del otro o algún tema por el estilo, pero nada demasiado personal. Aún así, disfrutaban de la compañía del otro.

A petición de Gold, su trato con Giselle fue pospuesto, para el oscuro la amenaza actual que podría presentar Facilier era de mayor prioridad que su interés por el pasado de la joven.

Al igual que Gold, los demás se mantenían alerta y vigilaban las acciones de Facilier, David y Emma mientras hacían sus patrullas rutinarias por la ciudad y Robin y Snow en el bosque y el resto en sus salidas por la ciudad. Ninguno de ellos en todo ese tiempo había logrado cruzar palabra con él, con la excepción de Regina, y tampoco lograban localizar el lugar en el que se estuviese alojando en Storybrooke, pero a pesar de eso, para frustración de cierto par pero alivio de todos, Facilier no parecía estar realizando nada fuera de lo común. Al menos, no aún.

A Regina aún la tenía preocupada ese tema, pero por el momento había otra cosa, además del trabajo, que la mantenía ocupada y distraída de todo el asunto.

Era el fin de semana, los cuatro integrantes de la pequeña familia Hood Mills se encontraban en la cocina haciendo toda clase de listas y planes. Se acercaba el cumpleaños de Roland y la fiesta se realizaría dentro de una semana en Granny's, a Roland le encantaba ir ahí.

Ya sé había realizado la decisión más importante de todas: escoger el sabor del pastel ahora sólo quedaba hacer las invitaciones.

Regina se encontraba en la cocina escribiendo la lista en una hoja, en eso, Roland se le acercó y le preguntó inocentemente - Oye Gina, ¿podemos invitar a Sarah y Giselle? Hace tiempo que no las veo, me gustaría platicar y jugar con ellas.

Regina sonrió - Claro que sí Roland, de hecho estaba a punto de anotarlas en la lista. Imaginé que querrías que vinieran.

Roland, emocionado, le dio las gracias y le regaló una de sus grandes sonrisas que le derretía el corazón a la alcaldesa, y acto seguido se fue a jugar en alguna otra parte de la mansión.

Henry, quien se encontraba también en la habitación ayudándole a su madre con otras cosas, pensó que sería la oportunidad perfecta para convivir con Sarah, no habían tenido oportunidad de juntarse tanto como solían hacerlo antes del "incidente", pues ahora Sarah siempre se encontraba ocupada con sus prácticas.

Momentos más tarde, con la lista ya hecha y las invitaciones listas para ser entregadas, Regina y Robin se disponían a hacer la comida juntos. Regina preparaba la lasaña, mientras Robin cortaba algunos vegetales para acompañar -¿Hablaste con Zelena la semana pasada? - le preguntó a su prometida.

-Sí, dijo que llegaría uno o dos días antes de la fiesta, para que también nos de tiempo de convivir y ponernos al día -contestó Regina alegre. Robin sonrió.

Tiempo después del incidente con Hades, tanto Regina como Robin lograron hacer las paces con Zelena. Las hermanas se habían hecho mucho daño la una a la otra a lo largo de los años, pero lograron resolver sus diferencias y perdonarse gracias a la reconciliación con Cora y la recuperación de sus recuerdos de la infancia, y a que Zelena había probado ser capaz de cambiar, con algo de tiempo y esfuerzo, claro.

Al poco tiempo de la derrota del Hada Negra, Zelena decidió que quería empezar de cero, y ampliar sus horizontes fuera de Storybrooke, el Bosque Encantado y la magia -Quiero ver qué hay "más allá del arcoíris" -le había dicho en broma a su hermana. Actualmente vivía en Nueva York, y hacía ya bastante tiempo que no se veían, por lo que Regina no podía esperar a que llegara a Storybrooke.

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