Capítulo 15

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*Una hora y media antes*

Un par de segundos después de que Giselle se despidiera y saliera de la habitación Lucy se giró para ver a Sarah y al verla un poco cabizbaja se acercó a ella la abrazó y preguntó -¿Estás bien?

-Sí -respondió con tono triste -Es sólo que... de verdad la voy a extrañar.

-Oh querida -dijo y la abrazó aún más fuerte -lo sé, yo también la voy a extrañar mucho.

Pasaron así, abrazadas en silencio, unos segundos hasta que Lucy se separó y habló nuevamente -¿Quieres que te traiga algo para que te sientas mejor?

-Si.. podrías hacerme un poco de ese té rojo que tanto me gusta?

-Claro querida, vuelvo en un momento.

-Aquí te espero -contestó sonriendo.

En el momento en que Lucy salió de la habitación, Sarah cerró la puerta y puso su plan de escape en marcha.

El orfanato era un edificio algo viejo que constaba de cinco pisos y la habitación de ellas se encontraba en el tercero al final del pasillo, si sus cálculos eran correctos Giselle se encontraba en esos momentos en el segundo piso dentro de la oficina de la directora del orfanato quien le entregaría los pocos papeles oficiales que posee y le haría firmar otro par de documentos, eso le llevaría cinco minutos, más otros ocho para salir de la oficina, bajar al primer piso, salir del edificio y llegar finalmente hasta donde estaba su auto, y Lucy sólo tardaría quince minutos en ir a la cocina, hacer el té y volver, lo que le daba a Sarah un total de trece minutos para salir, bajar por la escalera de incendios, llegar al auto antes que su hermana y esconderse.

Giselle llevaba dos maletas, una de ellas era la de Sarah así que no había problema con eso.

Rápidamente tomó una pluma y un papel que se encontraban sobre el escritorio de la habitación, escribió una breve nota para Lucy, y la dejó nuevamente sobre el escritorio. Finalmente se acercó a la ventana, la abrió, se sentó sobre la orilla, cuidadosamente se giró y puso los pies sobre el alfeizar, que era lo suficientemente ancho para caminar por él y comenzó, pegándose lo más posible a la pared y cuidadosamente, a dirigirse hacia la escalera de incendios que estaba cuatro metros a la derecha de su ventana.

Finalmente llegó a la escalera de incendios, posó sus manos sobre el barandal, se agarró con fuerza y se impulsó hacia delante, de manera que cayó de rodillas sobre uno de los escalones.

-¡Uff! Menos mal que lo logré sin problemas -miró su reloj y vio que el reloj marcaba las 9:23, todo su plan había comenzado a las 9:17, lo que quería decir que sólo le quedaban siete minutos para llegar a el auto y esconderse.

Lucy le había dado a Giselle las llaves del auto y una copia sólo por si acaso, lo cual facilitó el plan de las hermanas, en el momento en que Giselle abrazó a Sarah para "despedirse" secretamente había metido las llaves en una de las bolsas de la chaqueta de Sarah.

Sarah sacó de su bolsillo las llaves y procedió a bajar lo más rápido y sigilosamente que pudo las escaleras, de dos en dos, pues le quedaba poco tiempo. Al llegar al último piso volvió a mirar su reloj, 9:25, le quedaban 5 minutos. Miró hacia los lados para asegurarse de que nadie la estuviese observando, al confirmarlo, comenzó a correr hacia el estacionamiento, llegó hasta el lugar donde estaba el auto, abrió la puerta del asiento trasero, se metió, la cerró y finalmente se acostó en el piso, volvió a mirar su reloj, 9:28.

Soltó un suspiro de alivio y gritó -¡Sí! ¡Lo hice! ¡Wohoo! -luego se puso las manos sobre la boca y se calló, recordando que tenía que seguir en modo discreto hasta que estuviesen lo suficientemente lejos de ese lugar.

Esperó pacientemente hasta que Giselle llegó al auto, metió las maletas en la cajuela y se subió a coche. Giselle, ajustando el retrovisor susurró -¿Lista?

-Lista -contestó Sarah susurrando también.

Giselle, finalmente, puso el auto en marcha y así, comenzaron su viaje.

Lost MemoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora