Sin Brazo

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El hombre perfectamente reconoció aquella traviesa mirada que le había contagiado a la joven desde hacía años

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El hombre perfectamente reconoció aquella traviesa mirada que le había contagiado a la joven desde hacía años. Sin duda aprendía rápido.

Floki tomó su hacha y soltó su característica risa burlona, para luego comenzar a cortar cabezas, literalmente.

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Los barcos paganos se encontraban en camino hacia la costa enemiga, saliendo de la niebla como alma la cual lleva el diablo. Sus proas decoradas con las cabezas de soldados cristianos enemigos.

Sin duda un terror para los soldados del ejército,de el hermano de la princesa, los cuales salieron corriendo despavoridos en sus corceles o a pie, tras soltar sus armas.

Su señor escuchando a sus consejeros los siguió, a pesar de los gritos de su amada hermana, la cual le decía que no le haría daño. Pero no la escuchó. Huyó.

Así se apoderaron de la nueva costa y nuevamente armaron un gran campamento, hicieron una base con patos y allí nuevamente colgaron las cabezas enemigas.

Sin duda disfrutaban causar terribles en los demás.

-¿cuando le diremos a mi padre? - pregunto Björn a su ahora prometida, mientras ambos colocaban las cabezas en los palos de la pequeña fortaleza que construían.

-será mejor cuando todo esto termine- informo ella- su cara me dice que ya está bastante enojado- finalizó viendo como Ragnar le daba órdenes al hijo del rey Ecbert.

Ambos se miraron dedicándose una sonrisa cómplice, pero recargada de amor.

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-¡si!- festejó Eldrid al ver que su moneda calló en el cubo con el que jugaban, mientras los demás se quejaban.

-¿como demonios haces eso?- pregunto Porunn

Antes de que la joven pelinegra pudiera responder a la pregunta de se amiga, Turvstein se hizo oír con un grito para que le quiten el brazo.

Si bien, muchas veces salías de la guerra  con vida, las heridas eran mortales y eso es lo que le sucedía a Turvstein.

-yo lo haré- dijo Björn tomando un cuchillo, dispuesto a cumplir fielmente los deseos de su amigo.

-Björn, siempre tan considerando, un verdadero crédito para tu padre....pero quiero que lo haga Eldrid.

Todos los ojos fueron a viajar al cuerpo de la joven, la cuál vio a Turvstein sin expresión alguna.

-¿lo harías, Eldrid? Yo haría lo mismo por ti- dijo el hombre.

-lo se, por eso lo haré por ti- concluyó ella encaminándose con aire solemnemente hacia su amigo- córtenle la manga

De Espíritu Fiero|Bjorn ironsideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora