Un susurro del viento

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La lucha nuevamente se veía cercana y todos se preparaban nuevamente.
Había un trato que cumplir.

Eldrid observaba como Floki cuestionaba a Ragnar y sus creencia, sin duda notaba como el rey se estaba irritando aún más, hasta que Björn llamó su atención y todo volvió a segundo plano.

Desde que acepto la alianza y empezó a ser cuestionado, Ragnar se encontraba enojado y lleno de ira. El ver a su hijo y a Eldrid como dos adolescentes enamorados, solo lo hacía tener aún más jaquecas.

Estaban allí para pelear y cualquier movimiento en falso, los mataría.

Y con dos de sus mejores guerreros preocupados por los riegos que corrían entre sí, definitivamente lo hacía preocuparse.

Sobre todo Eldrid.

El nunca negaba su capacidad en las guerras, pero su corazón Salvador aveces la volvía una persona descuidada, el detestaba eso.

Cuando la guerra llegó.

La niebla cubría las montañas y mesetas destinadas a ser el campo de batalla.

La más fuerte de todas las escuderas, como siempre se encontraba en el frente con Ragnar,Floki y Björn.

Todos se movían Lentamente subiendo la pequeña colina, pero la niebla no dejaba ver al enemigo en cuestión, lo único que delataba su preceptora eran los relinchos de los caballos.

Eldrid estaba por avanzar, cuando Turvstein la detuvo.

-yo iré primero- anunció

Eldrid miró a Ragnar y este con una pequeña sonrisa asintió.
Ella entendió su mano y tomó a el mayor mal herido por el cuello y unió sus frentes

-los dioses te esperan, mi valiente amigo.

El rio, confiando en su final.

Agarro un escudo con su única mano y subió.

Muriendo como un gran Guerrero y amigo a los ojos de Eldrid.

Todos esperaron la señal de la joven mensajera, listos en todo momento.
Y cuando Eldrid lo sintió, dio la señal.

El grito de guerra recorrió las montañas, los vikingos salieron, dando una lucha tan feroz y brutal como se les era conocidos.

La pelinegra no se quedó atrás y luchó con todas sus fuerzas, recordando las razones para no morir.

Cuando atravesó a un enemigo con su espada, echó un vistazo a su alrededor, vio a Ragnar no tan lejos de ella, peleando con dos soldados y a Björn golpeando a alguien con su escudo, vio a floki reír y clavar su hacha en el rostro de alguien, hasta que busco a Porunn.

Para su desgracia la única persona que había considerado una amiga, con quien entrenó y compartió graciosas charlas, había sucumbido al más triste destino que del cual se podía ser parte en una guerra.

Sus ojos perdieron ese azulado brillo y la sangre salió de su cuerpo cundo le quitaron la espada que tenía clavada en su pecho, sus piernas temblaron y calló al frío y sucio piso.Muerta.

-¡Porunn!- el grito de Eldrid resonó por el valle, pero en su respuesta un soldado enemigo se acercó por detrás.
Y esta ves ella no podía defenderse, su atención no estaba en su enemigo, estaba en el inerte cuerpo de la que llegó a ser su amiga. Como una visión del pasado. Pero esta vez no pudo decir adiós.

Su atacante no perdió tiempo, alzó su espada y se impulsó hacia el frente, esperando darle final a la famosa vikinga bendita por dioses paganos.

-¡¡Eldrid!!- Björn se desesperó, desde que la joven había gritado anteriormente, sus ojos no se separaron de su rostro, su cuerpo.

De Espíritu Fiero|Bjorn ironsideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora