Quedan cuatro días para entrar al horario escolar, es decir, dormirme más temprano, estudiar para obtener buenas notas y desconectarme de todo. Lo bueno es que es mi último año.
Estamos casi todos tomando desayuno juntos. Nadie menciona lo de anoche.
—Hoy haremos una pijamada para despedir las vacaciones. – doy la idea.
— ¿Yo puedo ir? – pregunta Soph con las manos juntas haciendo un puchero.
— Claro. – le sonrío. – ustedes dos no pueden faltar. – les advierto a mis amigos. – Rachel ¿Te unes? – le pregunto sonriendo.
—Oh no, gracias, pero paso.
— Está bien.
—¿Yo estoy invitado? – una voz a mis espaldas hace que mi corazón lata con mucha fuerza y rapidez.
— Hijo, no me dijiste que volverías hoy. – le saluda su madre.
—Sorpresa. – dice animado.
Lo ignoro. Estoy muy enojada para verlo y hablar como si no me hubiera ignorado todo este tiempo. Toma asiento a mi lado.
— ¿Entonces estoy invitado? – vuelve a preguntar mirándome.
Deslizo la silla hacia atrás y me levanto.
— Sara, el desayuno estuvo delicioso. – tomo mi plato y taza, para dejarlos en el lavaplatos.
— Alison. – escucho que Nick me llama, pero yo sigo mi camino hacia mi habitación. Segundos después, siento que me sigue.
Llegamos y me siento en mi cama tomando mi celular.
— Grillo. – vuelve a llamarme.
— No, Nick. – le corto.
— ¿Qué sucede? ¿Por qué estás enojada conmigo? – mueve los brazos mientras pregunta. Está de pie en la puerta de la pieza.
— No puedes llegar a mi vida, recordando viejos tiempos y luego dejar de hablarme como si nada.
— Estaba trabajando, lo siento. – dice con voz arrepentida.
—Nick, por lo menos pudiste llevar tu celular al baño y escribirme o algo así. Han pasado demasiadas cosas y no sé qué hacer. Me siento inestable emocionalmente y mira, aquí estoy confesando frente a ti y no sé por qué.
—Quisiera abrazarte...
—Pero estoy enojada y no quiero que me abraces. – termino por él.
— No iba a decir eso.
—Es cierto, solo nos reencontramos hace dos semanas, no te conozco demasiado y no tengo razón para reclamarte.
— Alison.
— Vete de mi habitación. – lo miro a los ojos, parándome de la cama.
— Alison.
— ¡Ahora! – él aprieta sus labios. Quería golpearlo, pero eso no sería nada maduro. Se da media vuelta y se va dando un portazo.
Wow, no estoy llorando. Es un récord, merezco un premio. Apláudanme.
Tengo hambre, no comí casi nada en el desayuno, ya que el señor Jirafa llegó y no quería estar cerca de él.
— «¿Tu hermano se fue?»
—«No, pero está en el baño... aprovecha y ven a comer algo.»
Salgo corriendo, incluso casi me caigo de cara, pero valió la pena.
Aún estaban sentados en la mesa, hablando alegres, sobre no sé qué. El estómago me ruge y tomo unas galletas de la mesa, echándomela en la boca. Comparto mi opinión sobre algunos temas y de un momento a otro, todos se quedan callados.
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El Puente [#1 Estructuras]
Science Fiction¿Quién dijo que una gota de agua puede ser inofensiva? ¿Quién dijo que la lluvia no le hace mal a nadie? Para mí, la lluvia es como la kryptonita para Superman. Mi debilidad, la cosa que me hace vulnerable y frágil frente a los ojos del enemigo. ...