❄️Capítulo 23🔥

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Escucho un ruido molestoso a lo lejos. Un ruido que descompone mi humor. Y ¿Cuál es? La alarma.

Abro mis ojos y pago el sonido, reviso la hora: cinco AM. Eso es lo bueno de ser estudiante aquí; que nuestro horario es distinto al de los agentes y no hay que levantarse a las cuatro. Algo es algo.

Nosotros entramos a clases a las seis y media y los agentes entran a trabajar a las cuatro y media.

Muevo a Soph que aún duerme a mi lado.

—¿Qué pasó? – pregunta con voz somnolienta rascándose los ojos.

—Hay que levantarse para ir a clases.

Ella se sienta en la cama y estira sus brazos haciendo el típico sonido. Un minuto aproximadamente estuvo así, cuando pensé que se iba a levantar... vuelve a acostarse tapándose hasta la cabeza, sin dejar nada de su cuerpo a la vista, ni su pelo ni su ropa se veía.

—Soph, levántate por favor, no creo que quieras que llegues tarde a tu segundo día de clases ¿Cierto? – en realidad me daba miedo que le digan algo, ya que preparan a los niños para que sean puntuales, al ser un ambiente militar.

Un ronquido. Un ronquido es lo que recibo.

—Vamos Sophie, levántate. – la muevo un poco más y fuerte y ella también empieza a moverse, quejándose. - ¡Cuidado! – alcanzo a decir y sujetarla cuando estuvo a punto de caer.

—¡Ay! – hace una pausa estabilizándose. – ¿Qué hora es?

—Las seis. – me mira... creo que aún está dormida.

—¿A que hora entramos a clases?

—A las seis y media. – ella suelta un "¡¿Qué?!" y se levanta rápido cayendo al piso. Espero que no me crezca la nariz. Se levanta y casi se vuelve a caer.

— ¡¿Porque no me despertaste antes?! – grita histérica. Espero que en las otras habitaciones no escuchen estos gritos... que vergüenza.

—Lo intenté. – toma sus zapatos y uniforme entrando al baño.

Tomo mi celular mientras me siento en la cama, revisando las notificaciones. Tengo un mensaje de Alex preguntando si ya estamos despiertas. Mando un audio por WhatsApp:

—Fue un gran desafío despertar a la niña, la moví y pensé que había despertado, incluso se estiró, me habló y todo eso, pero después se volvió a acostar y se quedó dormida. ¿Cómo despertó? Le dije que eran las seis... creo que ver películas me está afectando. – termino con una risa.

Dejé de escuchar el sonido del agua y el celular vibra al recibir un nuevo mensaje. Dos audios de Alex:

—¿Se movió mucho en la noche? Porque siempre cuando dormía con ella, me llegaban patadas en todos lados, hasta en la cabeza. No sé cómo podía llegar su pie a mi cara. – hace una pequeña pausa. – Yo aún no me levanto, es muy temprano. Avísame cuando ya estés lista, para ir a tu pieza y estar un rato con ustedes para poder, no sé, hablar como siempre. Anoche vi a tu papá en su pieza, está al lado mío. Creo que mi mamá también está a tu lado. – a lo lejos se escucha como golpean su puerta. - ¡Ya voy! – grita. – tengo que levantarme.

Abren una puerta. Levanto la cabeza y me encuentro a Soph con uniforme, muy distinta a la que me costó despertar.

—Te toca.

Me levanto, tomo mi ropa y entro al baño. El espacio es justo lo necesario para todo: la ducha es pequeña y el inodoro está casi pegado al lavamanos. No es como el que acostumbro a usar, pero está bien.

El Puente [#1 Estructuras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora