❄️Capítulo 19🔥

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—¿Se puede saber para que nos necesitan? – la confusión se hace notar.

—Necesitamos entrenarlos, no sabemos que es, pero algo grande se acerca y no sabemos cómo vamos a combatirlo. Por eso los necesitamos a ustedes, los advenedizos.

— ¿Y si no aceptamos?

—Les haré cambiar de opinión... síganme. – se da media vuelta y camina por un pasillo. Le seguimos el paso. – si deciden quedarse, les daremos ropa cómoda, una credencial, comida y todo lo que necesiten. Ah y la clave del Wifi también.

—¿Y nuestros celulares? El mío se me quedó en la casa. – en el velador junto a la carta de Kate exactamente. Soph comienza a moverse demasiado en mis brazos y saca algo de sus bolsillos. Dos celulares y dos hojas de papel.

— Se me olvidó darles sus celulares, había visto que los dejaron juntos y no se los habían llevado. – dice con su voz angelical. Mira los papeles que están en sus manos y como si estuviera debatiendo algo en su mente. – este es para ti. – me entrega uno de los papeles. – y este es para ti. – le entrega el otro a Alex. – Ali, bájame y ábrelo.

Le hago caso, la dejo en el suelo y abro el papel:

Es un dibujo de dos niñas tomadas de la mano y arriba dice: "Feliz cumpleaños Ali".

Aprieto mis labios... olvide que hoy es nuestro cumpleaños.

—Gracias. – me coloco a su altura y le abrazo fuerte intentando no tocar su piel. Mis ojos habían empezado a empañarse. Siento otros brazos alrededor de la niña y un gracias de su parte.

Nos levantamos al mismo tiempo y sonreímos a la vez deseándonos un feliz cumpleaños.

—Somos adultos. – digo con entusiasmo.

— Somos adultos. – repite, pero su voz es algo distinta, como si en cualquier momento se quebrará.

—«Sobre mi fobia... lo siento, no quería ocultártelo, pero no podía estar contándole a las personas mis miedos.»

—«Está bien, pero desde ahora, sin secretos». – asiente.

—Chicos, vengo en un segundo. – dice Edson y sigue derecho por el pasillo, pasando por una puerta.

Miro el dibujo en mis manos y recuerdo cuando en la película El origen de los guardianes Jack Frost hace la animación del conejo en la ventana de un niño... ¿Podré hacer algo así?

Trazo mi dedo por todo el contorno del dibujo, comienza a brillar. Levanto mi mano derecha y hago como si salpicara agua, pero en realidad el dibujo se vuelve grande y de nieve con hielo. Si, puedo hacerlo.

Soph coloca ambas manos en su cara, demasiado sorprendida y, a decir verdad, yo estoy igual. Alex hace lo mismo con su dibujo y a diferencia del mío, su animación es de fuego.

Todo era muy bonito para ser real... ambas animaciones chocan y se deshacen. Hago un puchero y cruzo mis brazos de forma infantil mirando a Alex, quien tiene sus ojos rojos. Soph se ríe a carcajadas.

—Hola Alison. – esa voz me deja helada. Miro la puerta y automáticamente coloco a Soph detrás de mí, dándole protección. – hola Alex. – la silueta de la mujer que de alguna forma se comunica conmigo telepáticamente. – Oh, Alison, por tu cara y reacción noté que me descubriste. Si le cuentas a alguien, ya no será solo tu amiguito el que resulte herido, la niña que escondes también recibirá las consecuencias... cuidado. – involuntariamente, mi vista se posa en Sophie.

— No le hagas daño, es solo una niña. – digo en un susurro.

— ¿Dijiste algo? – me pregunta Alex, susurrando.

El Puente [#1 Estructuras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora