“El amor es un don del corazón.
Saber demostrarlo, es un don del alma.”
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Son pasada las nueve de la noche cuando He Tian y Mo por fin llegan al departamento del azabache. Tan tranquilo, y por fuera la lluvia se ve encantadora. Pero adentro hace algo de frío, sin duda dan ganas de ducharse con agua caliente y cubrirse entre colchas mientras tomas chocolate caliente.
Y es más o menos lo que hace Mo Guan Shan, cambiándose de ropa apenas sale del baño a una más cómoda pero grande.
Ambos jóvenes toman asiento en el sofá mientras prenden el televisor a bajo volumen y cambian los canales aleatoriamente.
—¿Ya me dirás?— insiste Mo, por supuesto que no se le olvidará algo tan importante y secreto.
—No comas ansias.
—Vamos, dímelo. ¿Es tan difícil? — le mira a los ojos. Obviamente el He no puede resistirse, pero eso no quita su nerviosismo al imaginarse la reacción de Mo.
¿Como reaccionará su pequeño pelirrojo al saber sobre sus verdaderos sentimientos? He Tian realmente anhela demostrarle su amor al menor.
—Prometes ser sincero conmigo, una vez te lo diga. — le condiciona antes de confesarle sus pensamientos. Tampoco quiere que lo evite o que se quede en total silencio, realmente quiere escuchar una respuesta por parte de él.
—Si, lo seré. — asiente, pero a la vez un tanto confundido. ¿Le preguntara su opinión acerca de lo que le vaya hablar? Es lo que piensa Mo.
—¿Recuerdas cuando te mencioné hace tiempo del chico que me gusta?— le recuerda. Mo asiente un poco sorprendido.
—No me digas que es Jian Yi. — contesta creyendo que es alguien cercano a ellos. Recuerda perfectamente que, cuando se metió en una pelea con el de rubio, aparte de Zhan Zheng, He Tian también se interpuso para protegerlo.
Las cosas pueden cobrar mucho más sentido ahora. De tanto que su mente divaga en ello, Tian no lo permite porque le interrumpe.
—¡No! — niega para asombro del pelirrojo.— Bueno, al principio si me atraía. Pero luego alguien más apareció y mantuvo mi atención el suficiente tiempo como para quedarse en mi corazón. — añade con un ligero rubor en sus mejillas por lo último que dijo.
Sin duda se escucho bastante cursi. Mo se muerde levemente el labio inferior pensativo. "¿Quién más puede ser, sino es Jian Yi?" Por un momento creyó que podría ser alguna chica, pero de inmediato desechó esa idea al tener en mente que He Tian siempre específico que se trata de un chico, de un hombre. Alguien del mismo sexo. Por lo que le es difícil imaginarse quién puede ser.
¿Quizás el chico de su salón al que casi siempre veía pegado a He Tian? Parecían ser amigos hasta que se empezó a juntar mas con él.
—Realmente te escuchaste muy cursi.— suspira, un tanto divertido por la situación.— Ya dime, ¿Quién es?
—¿En serio todavía no lo notas?
—...— silencio es lo único que dió. Aquello sonó bastante... ¿Directo? ¿Obvio? Cómo algo tan obvio que él es el único tonto que todavía no capta de lo que está hablando y hasta cierto punto, le causa incertidumbre.
—¿Con quién paso tanto tiempo? ¿Con quién me abrazo y siempre molesto por mensajes? ¿A quién más le he puesto tantos apodos cariñosos? — menciona He Tian sin dejar de mirarlo. Cargado de sentimientos.
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"Pétalos sórdidos" •TianShan •19 Days
Fanfiction♦Advertencias: •Universo alterno (Au) Hanahaki. Enfermedad Ficticia. •Historia Corta. •Leves errores de ortografía. •El au es literario y ficticio, los personajes no me pertenece pero si el desarrollo y desenlace de la historia. No plagios ni copias...