Los días pasaban lentos, algo que podría ser una real tortura para alguien que esperaba con ansias el sábado, aunque tampoco fueron unos días tan vacíos como se podía pensar. Axl y Kurt pasaban enviándose notas en medio de las clases, eran conversaciones bastante tontas sobre lo que estaban recibiendo y en ocasiones, lo cual era bastante constante, Rose solía halagar la apariencia del rubio de formas bastante dulces al punto de sorprender al menor.
Había una frase que llamó mucho su atención, esta en específico decía "Tienes los ojos de los cielos más azules, como si pensasen en la lluvia."
Podía gustar o no, sonaría una canción de Luis Miguel y lo que quisieran, pero le había gustado tanto que no pudo resistir a guardar la nota y utilizar un espacio de su portafolio de photocards para dejarlo ahí decorado con un par de calcomanías que había comprado para decorar sus trabajos.
Estaba tirado entre las sábanas de su cama, era sábado por la mañana, había despertado muy temprano para su desgracia, pero por fortuna en su bocina sonaba Love me do de The Beatles, eso había logrado hacer de su mañana de lo más alegre y tranquila del universo.
Aún faltaban horas para su cita, podría ir a comprar materiales para decorar su Bullet Journal o a visitar a Dave un rato antes de volver a arreglarse en su casa. Todos sus planes cayeron en picada cuando escuchó como golpeaban la puerta con insistencia hasta que esta se abrió como si nada dejando ver a Wendy Cobain y tras ella a sus tres amigos.
—. Te vinieron a buscar, tesoro. No tarden en bajar a desayunar. — El tono amable de su madre logró calmar el susto, ésta al notar su reacción soltó una risita acercándose a la cama para dejar un beso en la frente de su hijo mayor.
Luego de eso la mujer se retiró dejando entrar a los tres menores a la habitación del rubio, éste se sentó sobre el colchón estirando su mano para apagar la música y se le quedó viendo a sus mayores con una mueca de disgusto.
—. ¿No tienen otra cosa que hacer? Según yo, deben tareas. — Dejó la bocina de vuelta en su lugar en lo que sus amigos empezaban a revisar la habitación como viejas chismosas.
—. En efecto, mi estimado homosexual. Sin embargo, no pensamos dejarte solo en este día tan especial. — Aclaró el castaño de orbes oscuros yendo a sentarse junto a su mejor amigo.
—. No necesito compañía, necesito descansar del estrés que me causan con sus preguntas de padres sin educación sexual integral. — Las palabras del ojizafiro lograron sacarle un jadeo de ofensa a los tres presentes.
A pesar de que al final el de mayor altura terminó dándole la razón, del tiempo que llevaba conociendo a Dave y Courtney podía admitir que ambos eran muy malos formulando preguntas, así que en ese momento le daba toda la razón al menor.
—. Pero, escucha, ¿Qué tan seguro estás de querer salir con Axl? — El más alto prefirió hacer esa pregunta para poder saldarse la duda viendo como el rubio se levantaba de la cama estirando sus brazos hacia arriba.
—. Estoy seguro, créanme que estos días fueron bastante buenos y él ha sido muy respetuoso. Tal vez empezamos mal, pero no está de más una segunda oportunidad. — Tras decir eso fue hacia su armario para sacar unas prendas bastante sencillas y su toalla, lo que usaría por la tarde sería completamente distinto.
Los tres mayores se miraron con algo de duda en lo que la rubia se sentaba en el escritorio que estaba frente a la cama, su mirada iba de los pósters hasta el mueble donde tenía todos sus álbumes bien ordenados.
—. Bueno, Courtney averiguó algo gracias a Erin. — Contó el castaño de orbes oscuros yendo a sentarse al borde de la cama, esa frase robó la atención del ojiazul parpadeando un par de veces.
—. Ese grupito de amigos tontos y Jeffrey son una banda o algo así, creo que dijo que Jeffrey y Axl fueron quiénes la formaron, también dice Erin que el padre de Axl es muy obsesivo con la idea de que su hijo mayor sea un "macho", ella sólo anduvo un par de meses con él hasta que Axl la terminó confesandole que su padre lo estaba presionando para que no se le pegaran los gustos de Erin, aparte que es pansexual. — Eso dejó un poco anonadados a los tres muchachos, la rubia no había querido contarles nada para que el rubio pudiera escucharlo también.
—. Pensé que era bisexual... Eh, ¿Te dijo algo más? — Creía que necesitaba saber lo suficiente para saber a qué se enfrentaba, a cuestión de la familia del pelirrojo.
—. Nada muy relevante luego, sólo que su familia es muy difícil de tratar. Lo demás seguro lo conversarán hoy. — Se encogió de hombros restandole importancia al asunto, bueno, ella creía que no debían de preocuparse por eso aún.
Sólo era la primera cita, sí todo salía mal, el rubio no querría ver de nuevo a Rose y probablemente se habrían estado preparando para nada. Al contrario, sí todo salía bien, en lo que cabe, tal vez si necesitarían tener una larga conversación sobre cómo afrontar una familia prejuiciosa.
Kurt nació con la ventaja de tener padres no convencionales, que siempre le enseñaron que ellos no le debían nada a ellos por haberles dado la vida, a respetar a las personas sin importar su orientación, raza, sexo, género o etnia; por eso cuando él aceptó que era homosexual la tuvo fácil, sus padres lo aceptaron tal cual y lo siguieron tratando con mucho amor.
Desde esa ocasión, su primer regalo luego de eso fue uno de sus álbumes favoritos de BTS, Love Yourself: Her. Literalmente le habían regalado un álbum que tocaba la temática del amor propio, desde ese momento supo que sus padres le amaban sin ningún tipo de excusa o exclusión.
Luego de haberse duchado y vestido con un jeans, una camisa junto a un suéter y sus Converse viejas, bajaron a desayunar junto a los Cobain. Durante el fin de semana pasaban dos cosas muy comunes, los sábados cada quien tomaba su rumbo y el domingo era día de familia.
Ese sábado, el rumbo de Kurt sería a una cita con el pelirrojo de orbes color esmeralda.
