Oscar seguía sentado en el mismo banco del parque solo contemplando la vista y estaba claro que el helado estaba delicioso, entonce que fue exactamente lo que había pasado — primero me jode con mi pasado, luego me atacó y luego sale llorando, esa mujer está loca al igual que sus mugres hermanas— Tomó aire profundamente.
Oscar aun sentía la quijada adolorida, si no se hubiera cubierto el rostro, justo ahora seria otra historia.
— Bien me tocara hablar con la abuela, será mejor buscar otra escuela, esas cuatro no harán más que hacerme la vida imposible, si mejor que se jodan, quien tiene ganas de cargar con la mierda ajena de otros— Oscar estaba demasiado molesto.
Al llegar al restaurante Barb noto los golpes y la expresión de Oscar, en vez de molestarlo con preguntas incómodas, simplemente le llevó un té — Esto te ayudará a relajar los nervios— dejando solo a Oscar.
Habían pasado un par de días, Oscar solo se enfocó en su trabajo, evitó la escuela y la abuela en parte lo apoyaba, no lo molestaba con ninguna pregunta, ella era paciente.
Parecía un día calmado hasta que una voz familiar llegó al restaurant — Abuela me da gusto verte— Saludo un pandita que Oscar reconocía bien.
— Pepper sabes que no fio — Barb reprendió al pequeño
— O vamos solo fue una vez, mira pude ahorrar dinero, asi que quiero una malteada — Expresó orgulloso Pepper.
— ¿Oscar? — el pequeño reconoció a Oscar — que alegría verte, todo mundo decía que te había devorado Erizo la rabiosa— hacía gestos de bestia que solo lo hacían ver adorable.
— Solo por esa actuación, chispas extra— Agrego Barb
El panda no pudo evitar estar feliz, Oscar decidió acompañarlo, justo con el se entero que Erizo no se había presentado y tampoco sus hermanas al trabajo, unas maestras sustitutas tomaron sus lugares, así que todo pasaba relativamente normal, como una escuela normal, sin el miedo de andar por los pasillos, el pandita fue muy útil, no es que le importara a Óscar pero nunca esta de mas estar informado.
Después de un rato El panda se despide y se pierde entre las calles.
— Así que si estas algo preocupado — Barb acompaño a Oscar con un gran plato de papas fritas — Dicen que las penas son más pasables con unas buenas papas o era pan? ja no recuerdo—
— Aclárame algo, pues cuántos nietos tienes— preguntó Oscar
Eso había hecho que Barb se riera — En realidad son pocos, pero como son escandalosos, que acaso no me llamas ya abuela? —
Barb tomo un buen bonche de papas y le contó, — familia biológica yo no tengo, pero con el tiempo Ramona y yo nos encargamos de cuidar a jóvenes que no tuvieron la suerte de vivir en una familia normal, dirigimos un orfanato, pero está algo escondido para evitar que los niños crezcan con complejo y su desarrollo sea el mejor—
A Oscar le parecía curiosa la historia — Entonces Pepper? el es? huérfano— pregunto Oscar
— O el pequeño Pepper, tuvo suerte él fue encontrado de bebe asi que adaptarse no le fue complicado, claro que lo criamos como a cualquiera, lo último que buscamos es que su vida les ocasiones mas conflicto— Barb expresaba Orgullosa.
— y parece que ahora tienen una cosa más en común, oye eso no lo haría tu hermano? — Sin querer Barb había logrado alegrar un poco a Oscar
— Así que ¿y la princesa y el chico murciélago, ellos? — Oscar tenía algo de curiosidad
— En su caso, su vida fue aún más complicada, ambos perdieron a sus padres al mismo tiempo, ellos se conocieron por tal desgracia y desde entonces se han vuelto inseparables, claro Lucy su familia era conocida nuestra así que tome la custodia al no tener más familia viva, en cuanto a Max ella nunca lo alejó de su lado, así que se hizo lo posible que así siguiera, nadie a reclamado su custodia hasta ahora— Para Barb ya se había vuelto algo normal tratar ese tipo de temas.
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Por esa Sonrisa
Teen FictionTantos futuros unos bueno otros malos y uno que otro horrible este es uno de ellos Un joven Oscar trata de rehacer su vida lejos de todo lo que conocía y odiaba. Después de una larga travesía parece que llego a un lugar que tal vez podría llamar ho...