Por esa Sonrisa

Parte 24 Rebeldía

Tres meses habían pasado en la pequeña comunidad costera, a pesar de la pérdida todo mundo trató de seguir con su vida adelante, algunos con un poco más de dificultades que otros.

Ramona y Barb, ambas tratan de olvidar su pena ahogándose en el trabajo para tratar de no recordar.

Las hermanas de Betsy se unieron más que nunca, habían perdido a un miembro valioso no dejarían a nadie más atrás, incluso a Erizo que la sacaron a rastras de su cuarto y la obligaron a bañarse, a pesar de luchar y negarse no pudo contra el amor (sádico) de sus hermanas.

Max y Lucy superaron la situación pronto, se tenían entre ellos, lamentablemente este apoyo mutuo no les dejó ver la carga que tenía Pepper se sentía ajeno.

Pepper fue uno de los más afectados, el pequeño se sentía aún abatido, sobre todo porque sentía culpa, tenía miedo, sentía que en la oscuridad sería nuevamente arrastrado a lo desconocido y nuevamente fuera tan indefenso como para poder hacer algo.

Primero fue la falta de sueño, no podía dormir, se la pasaba en vela y cuando el cansancio lo obligaba a cerrar los ojos podía ver a Oscar siendo arrastrado a la oscuridad de la noche.

Cuando nadie lo veía se encerraba a llorar, no quería que lo miraran débil otra vez.

El cansancio y la falta de sueño empezaban afectar en sus actividades diarias, no le daba importancia a la escuela, ni ayudar en su casa simplemente se salía y deambulaba por el muelle, Barb poco sabía sobre lidiar con el asunto, solo quería darle su espacio para que su pobre corazón sanara.

La situación empeoraba pues ahora se mostraba agresivo ante sus compañeros, no toleraba la más mínima broma o comentario, esto hizo que se aislará del resto.

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Muy a pesar de Pepper el dejar de ir a la escuela no era una opción, pero algo le llamó demasiado la atención en su camino, justo en el mismo callejón donde una vez conoció a Oscar el mismo abusón que ahora se veía más grande y robusto estaba intimidando a un niño más pequeño que el, lo pensaba dejar pasar por alto hasta que ese grandulón comenzó a empujar al chico, no sabia que lo motivo, ni que lo movía se encarrero y tacleo al abusón haciendo que este callera al suelo.

Pepper le ofreció la mano al otro niño descuidando un poco, no supo de dónde pero un fuerte puñetazo le impactó en el rostro, aun aturdido el abusón comenzó a patear al indefenso de Pepper sin que este pudiera hacer nada.

Sin ningún aviso el otro niño gritó y se lanzó contra el atacante de Pepper, esté golpeada, le mordía la oreja le jalaba el cabello mientras él solo recibió fuertes golpes directos en la cara y el estómago.

Con un par de estos el niño cayó adolorido junto a Pepper, el abusón se retiró no le convenía llamar demasiado la atención.

Al poco Pepper solo se levantó y siguió su camino a la escuela quejándose un poco por su humillante fracaso.

Al día siguiente a mala gana Pepper volvía a la escuela, ahora en el callejón no miro al abusón, eso le plasmó una efímera sonrisa en el rostro.

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A dos calles de distancia Max y Lucy estaban lidiando con este abusivo, en realidad era solo Lucy.

— Así que te gusta— Lucy suelta un puñetazo al abusón — Molestar a los más pequeños— otro golpe le impacta volándole un diente.

Este estaba al borde de las lágrimas por el miedo que le tenía a Lucy, Max de su mochila sacó un protector, un casco y unos guantes. — Felicidades porque te acabas de unir al club de lucha de la escuela— Max aplaudía a su nuevo miembro.