Por esa Sonrisa

Parte 27 Como el

Los meses han pasado e irremediablemente las cosas suceden.

Lucy terminó amasando una nueva fortuna personal y nuevamente volvió a mudarse junto con Max, no tenía más motivos para seguir compartiendo cuarto con el resto de sus hermanos y a pesar de resistirse Max fue llevado a rastras, Pepper aún podía ver las marcas de las uñas en el suelo.

Pepper recuperó su habitación, sintió nostalgia y decidió seguir en el ático del edificio, mirando la ayuda que era Oscar para la abuela él comenzó a tomar las mismas responsabilidades que su hermano, se levantaba temprano, surtía a despensa, picaba la verdura y tenía todo listo antes de que saliera el sol y claro sin olvidar la escuela, ahora más que nunca le motivaba tener esa gran amistad con Lem, Pepper seguía pensando que ese chico y él podrían ser grandes amigos.

Desde ese día cuando se pelearon y que al parecer fue humillado, cada tarde la dedicaron para pasarla juntos, si bien fuera en los videojuegos, en la feria del lugar o teniendo alguna ridícula competición, claro hasta que Pepper debía regresar a realizar las labores de ayuda en el restaurante, la abuela insistía en que no era necesario, pero tampoco podía negarle esa oportunidad.

Uno de esos días Pepper no miro a Lem por ninguna parte, él acostumbraba a esperarlo para ir juntos a la escuela, a la hora del receso ambos almorzaban en el mismo lugar, hoy no fue así, el día era nublado así como el ánimo de Pepper.

Pepper tenía la esperanza de verlo a la salida, pero no tuvo suerte.

Había comenzado a chispear lo que obligó al pequeño a apresurar el paso a su casa.

Barb estaba al teléfono se le veía angustiada — No puede ser, sólo haré unas llamadas y comenzaremos a armar los grupos de búsqueda —

Pepper no veía esa expresión desde hace tiempo y solo hizo que sintiera un nudo en el estómago — pasó algo? —

— Es Lem al parecer nunca llegó a la escuela y hasta ahora nadie sabe donde localizarlo — Barb se ve estresada — Parece que anoche discutió muy fuerte con su nueva familia y se llevó algunas cosas, creemos que pudo haber escapado— Barb comenzó a realizar unas cuantas llamadas, quería comentarle algo más a Pepper pero este ya no estaba presente.

Pepper tenía un presentimiento, cerca de la costa en las orillas del pueblo uno de los drenajes viejos de la ciudad que en el pasado había sido aislado del resto de la red, fue un lugar que habían visto pero no se animaron a entrar, recientemente parecía un lugar ideal para esconderse, Pepper estaba consiente que el pueblo tenía buena vigilancia en cada una de las salidas así que era casi imposible no haberla visto.

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Las nubes se habían despejado y el sol nuevamente comenzaba a brillar como en cualquier otro día.

Pepper estaba en la entrada del drenaje, le tomó todo el valor acumulado para entrar el solo — Estúpidas películas de payasos — Se repetía a sí mismo.

No tuvo que caminar mucho cuando se comenzó a escuchar una tonadilla alegre que reconoció casi al instante, tratando de no espantar a nadie siguió hasta llegar a lo que parecía un gran domo, según cuentan este lugar en sus días fue un refugio que ahora yacía abandonado pero increíblemente bien diseñado y limpio.

— Leem? soy Pepper — el joven panda trataba de no espantar a su amigo quien curiosamente preparaba una especie de sopa en una fogata improvisada.

— Y yo que pensaba que no te atreverías a entrar, al menos llegas a tiempo la sopa no tarda en estar lista — Lem miraba atento como hervía el contenido de la pequeña ollita metálica — y quien te envía, los bomberos o los policías o ya se deben ser los de orfanato— se expresó tratando de ser sarcástico — a por cierto soy huérfano y lamento no habértelo dicho antes—