Era una tarde soleada y cálida al mismo tiempo, Alemania estaba sentado en el jardín leyendo un libro de historias de terror, estaba sentado debajo de un árbol cuando de repente sintió una mano en su hombro a lo cual se sobresaltó un poco y casi avienta el libro que tenía en la mano.
—Lo siento, ¿te asusté?—.
Preguntó quién le había tocado previamente el hombro.
—Un poco, sabes no es bueno que llegues así de repente y menos cuando estoy leyendo—.
Reclamó el germano mientras volteaba a ver a su interlocutor contrario, pero apenas giraba la cabeza pudo darse cuenta de quién era, era Rusia.
—Lo siento, no lo volveré a hacer... Pero dime, ¿Qué estás leyendo?—.
Cuestionó curioso el ruso mientras se ponía de rodillas para así poder sentarse junto a Alemania.
Acto que al alemán lo puso un poco nervioso y apenado más que nada por las anteriores palabras que le había dicho al soviético.
—Es... Es un libro de terror—.
Tartamudeo el germano mientras le hacía "canchita" al ruso para que se sentara y se acomodara mejor a su lado palpando así el suelo con pasto dónde sería el lugar del eslavo.
—Que interesante, ¿te importa que te acompañe a leer?—.
Mencionó el ruso mientras volteaba a ver al teutón, cabe mencionar que la distancia entre ellos era muy pequeña, si ambos llegasen a voltear al mismo tiempo bien podrían terminar dándose un beso... Pero eso nunca pasó, al menos por ahora.
Por otro lado el alemán se percató de la mirada del ruso así que lentamente volteo echando un poco la cabeza hacía atrás para evitar el rose de labios.
Para después contestarle:—Claro que no, adelante, puedes leer conmigo—.
Respondió en tono dulce y pacífico el germano mientras le dedicaba una sonrisa al ruso mostrando un poco sus afilados y blancos dientes, hermosos y perfectos según Rusia.
El ruso sólo asintió con la cabeza sintiéndose algo extrañado por la acción del alemán (por haber echado la cabeza hacia atrás) a lo cual lo miró con algo de ¿Tristeza? Y... ¿Decepción?
En fin, se dispuso a leer lo que leía Alemania, y pronto se dió cuenta que habían pasado más de treinta minutos y el alemán no pasaba de página así que volvió a cuestionarlo.—Ale, ¿Está todo bien?—.
Preguntó mientras tocaba nuevamente el hombro del de lentes.
—Es que... Me siento un poco mal por haber tratado de esquivar el beso que nos pudimos haber dado echando la cabeza hacia atrás y también por haberte reclamado hace unos momentos—.
Habló sonrojado el de lentes mientras veía al eslavo esperando de todo menos una respuesta negativa o brusca.
—Aah~suspiró el ruso tranquilamente mientras una sonrisa tierna se dibujaba en su rostro _. —No tienes porque pedir perdón, entiendo que hice mal en haberte interrumpido cuando estabas tan metido en la lectura, se que odias que haga eso, y sobre lo otro... Realmente no hay prisa, si no quieres besarme lo entiendo, se que necesitas tiempo y eso está bien, no te forzaré a nada nunca... Y si algún día lo hago júrame que me pegarás un tiro—.
Rió el eslavo por lo último que mencionó. Por otro lado el alemán abrió más los ojos al escuchar tales palabras del ruso, era por eso que lo amaba, sin sentir ya estaba llorando, las lágrimas tibias corrían por sus mejillas sonrojadas llegando a su barbilla siendo quitadas por el ruso con el dedo meñique.
—... Rusia...—.
Alcanzó a articular el germano mientras sonreía y se lanzaba al ruso para abrazarlo provocando que ambos cayeran acostados sobre el pasto, quedando así el alemán sobre el ruso.
—Alemania, te amo—.
Dijo el ruso mientras abrazaba al contrario y viceversa.
Estaban tan cerca el uno del otro que podían escuchar y sentir sus respiraciones y sentir latir sus corazones casi al compás, a un ritmo lento pero rápido al mismo tiempo.Rusia quería ir más lejos pero sólo se limitó a tocar la espalda de Alemania, por otro lado el alemán sólo pudo perderse en los ojos del eslavo, esos eran azules y brillaban aparte de tener las pupilas dilatadas.
—Creo que sería bueno que vayamos adentro, ¿no tienes hambre?—.
Habló el ruso mientras se levantaba y junto con él el alemán. Alemania sólo asintió con la cabeza y tomó la mano del ruso y en la otra su libro para meterse a la casa e ir hacia la cocina.
—¿Qué vas a querer comer?—.
Mencionó el alemán en tono de pregunta mientras soltaba la mano del ruso y se dirigía a la alacena.
—No lo sé, tal vez algo ligero, ya que quiero cenar más al rato, qué te parece si por el momento comemos cereal—.
Conversó el ruso mientras le llegaba lenta y sigilosamente por detrás al alemán el cuál estaba distraído.
—Bien, creo que tendremos que comer de diferentes cereales ya que sólo queda poco del de... ¡Rusia!—.
El germano se asustó al sentir que el ruso lo abrazaba por atrás, sintiendo así como éste lo pegaba más a su cuerpo y recargaba su barbilla en el hombro izquierdo del alemán para darle un pequeño beso en la mejilla.
—Rusia...—.
Susurró Alemania.
—Lo siento, pero no pude resistirme a hacerlo, es que eres tan adorable—.
Susurró el de ojos azules al tricolor contrario para durar así al menos unos minutos y después separarse ya que tenían que decir quién comería qué cereal.
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Bueno hasta aquí este cap, la verdad estaba bien inspirada al escribirlo y pues me gustó cómo quedó, espero que a ustedes también.
Cambié un poco mi forma de narrar porque quiero probar algo nuevo uwuSin más que decir, adiós.
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30 Días De OTP +18 •RusGer• ✔️[Incompleta]
FanfictionPues lo del título, wey Cómo amo esta pareja pues merece un 30 días de OTP UwU (Es la primera vez que hago algo así, entonces espero que salga bien TwT) La historia será +18 :v Y pues creo que ya, esto no es nuevo, todos lo han hecho pero no todos...