Mezcal y chile

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En el templo de la deidad azteca Quetzalcóatl se celebraba un banquete en honor al inicio de la relación entre el dios y el humano Quin Shi Huang, quien disfrutaba las delicias culinarias del lugar, sobre el regazo de su pareja.

Quetzalcóatl miraba con alegría como el mortal devoraba platillo tras platillo, adoraba que el emperador disfrutara su cultura, a tal punto que se había animado a probar todo tipo de comidas incluyendo las que contenían insectos, el dios estaba fascinado.

Quetzalcóatl: Chico es demasiado chile para ti, no lo soportarás.

Comentó tranquilamente el dios, al ver como el antiguo emperador bañaba en salsa un trozo de carne.

Quin Shi Huang: Verás que te equivocas.

Con total seguridad corto un pedazo y lo metió a su boca. La deidad observo curioso esperando la reacción del mortal, quien soltó un pequeño grito escupiendo el alimento, su cara estaba roja y ligeramente sudada. Quetzalcóatl rio a carcajada limpia.

El antiguo emperador tomo la bebida más cercana buscando calmar el ardor en su boca, pero el sabor fue tan amargo que termino escupiéndola.

Quin Shi Huang: ¿Qué diantres es esto?

Pregunto molesto el emperador, mientras le ofrecían un vaso con leche para calmar el picante.

Quetzalcóatl: Lo mortales lo conocen como mezcal, es una bebida alcohólica que se elabora a partir del corazón del maguey. Debido a que la cosecha provine directamente los cultivos de nuestras tierras es de esperarse que sea mucho más fuerte.

Quin Shi Huang: Tiene cierto sabor ahumado.

Quetzalcóatl: Lo tiene. No debes avergonzarte era obvio que un mortal no soportaría una bebida creada por los dioses.

El emperador miro asesinamente a la deidad, no le había gustado para nada su comentario.

Quin Shi Huang: Los humanos podemos hacer lo mismo que ustedes, deja de menospreciarnos.

Quetzalcóatl estaba punto de disculparse realmente no fue su intención ofenderlos, pero fue interrumpido por el grito del emperador exigiendo más de la bebida. La deidad al percatarse de las intenciones del humano, le arrebato rápidamente el tarro.

Quetzalcóatl: No.

La molestia del emperador fue demasiada, se levantó del regazo del dios y busco su propia botella, tomándola de una mesa ajena. Y antes de que pudieran detenerlo bebió su contenido. Todos le miraron preocupados.

Quin Shi Huang: Te lo dije.

Sonrío el emperador al terminar la botella y mostrarla orgulloso. Recibió varios aplausos y ovaciones, incluso entre los dioses terminar una botella de golpe era un gran logro.

Quetzalcóatl: Quin, ¿cómo te sientes?

Pregunto preocupado la serpiente emplumada. El emperador afirmo que se encontraba perfectamente, para después dar un par de pasos, tambalearse y caer. Rápidamente fue auxiliado por el dios.

Quin Shi Huang: Mi caída no tiene nada que ver con el hecho de que este borracho.

Incluso en estado de ebriedad, el emperador seguía dispuesto a mantener su dignidad. Quetzalcóatl solo suspiro, realmente era imposible razonar con novio. Sin perder más tiempo lo cargo en brazos llevándolo a su habitación.

Quin Shi Huang: Sabes ya lo decidí nos casaremos y tendremos una hija, la llamaremos igual que esta bebida.

Quin Shi Huang: ¡Tezcatl!

Comentó el emperador claramente ebrio mientras admiraba la botella. La deidad solo reía ante las locuras dichas por el humano, pero después de unos minutos comenzó a imaginarlo.

"¿Tezcatl?" Se cuestionaba Quetzalcóatl, no era un mal nombre en realidad. En lengua náhuatl significaba espejo, acaso que la niña sería un reflejo de sus padres. La princesa de los dioses mesoamericanos, una semidiosa tan bella y astuta como el emperador, pero también tan fuerte y salvaje como el dios. Le gustaba la idea sin duda alguna.

Quetzalcóatl: Tezcatl, la princesa mexica. ¿Te gusta?

No recibió respuesta alguna, Quin Shi Huang hace minutos que se había quedado dormido en brazos del dios.

Déspues del RagnarokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora