Música divina

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Simo Häyhä disfrutaba recorrer las zonas más recónditas de las tierras sagradas, debía admitir que, aunque le agradaba su nueva familia y lo escandalosos que solían ser, de vez en cuando necesitaba tiempo para él.

Caminaba tranquilo con su siempre fiel Carelia, su compañera de caza, a la que había criado desde que era una cachorra. Después de la guerra se había dedicado a la crianza de perros, por lo que cuando se le pidió mudarse a su nuevo hogar, solicito que Carelia lo acompañara.

Agradecía completamente que su nueva familia aceptara fácilmente a su compañera. Adán el padre de la humanidad realmente tenia un don para los animales en cuanto se conocieron se volvieron buenos amigos. Quien tuvo un poco mas de dificultades para congeniar con Carelia fue el luchador de sumo, en su primer encuentro no solo le gruño, sino que también le robo la comida que traía en mano. Comenzó con Raiden persiguiendo a Carelia y termino con Raiden siendo perseguido por Carelia y Simo, fue un interesante espectáculo de medio día.

Solo recodarlo le sacaba una sonrisa al francotirador, un ladrido de su compañera lo devolvió a la realidad, rápidamente desfundo se arma buscando al objetivo, pero no encontró nada. Miro a Carelia buscando una explicación, ella parecía estar muy atenta a algo pero Simo no sabia a que exactamente. En un segundo su compañera salió corriendo.

Simo: ¡Carelia!

El francotirador guardo su arma, y la persiguió. La alcanzo después de varios minutos, se encontraba sentaba meneando la cola, observando algo con mucha fascinación. Simo confundido por la actitud de su compañera, miro hacia donde ella lo hacía y comprendió todo.

A un par de metros de él, en un claro del bosque se encontraba el dios del sol y de las artes, quien tocaba una dulce melodía en su lírica, pensar que alguna vez fue su adversario.

Simo al igual que Carelia disfrutaban su música, con gran cuidado se sentó junto a su compañera esperando no alertar al dios Apolo de su presencia. Con total calma apreciaron la tonada, la cual por desgracia de ambos termino después de un rato, a la lejanía el finlandés observo como el dios se retiraba.

El francotirador comenzó a preguntarse si algún día volvería a escuchar música tan bella como la que tocaba el dios de las artes.

Déspues del RagnarokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora