caricias

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— Estoy aquí, bebé —susurró, abrazándolo más cerca suyo y más fuerte, sin tomarle importancia a que Spring estaba empapando su camisa—. No me he ido y no me iré. Calma.

Aiden odiaba las pesadillas, pero las odiaba aún más cuando decidían que su víctima sería su novio. Él no solía tener mal sueño, pero cuando le tocaba, era un infierno.

Ethan sorbió por la nariz e intentó liberar a Fox de su firme abrazo para poder verlo al rostro, pero una vez se separaron, no podía alzar la mirada. Estaba avergonzado en cierto punto. Sabía que su novio era el que menos lo juzgaría en una situación como esa, pero se suponía que ya estaba entrando a la adultez, no debería estar llorando por una pesadilla cual niño asustado por ver una sombra en su clóset. Pero se había sentido tan real...

— Cielo, mírame —pidió con tono dulce, llevando una mano a su mentón para lentamente levantar su rostro. Sonrió suavemente una vez se encontró con sus ojos—. Ya pasó. Fue un sueño, todo está bien.

Spring asintió y Aiden llevó su mano a su mejilla derecha, secando con su pulgar una lágrima que la recorría. Continuó con esta acción durante el siguiente rato, aunque ya no hubiera nada que secar. Solo estaba acariciándolo.

— Perdón por despertarte —susurró aún con voz temblorosa, como si en cualquier momento fuera a echarse a llorar de nuevo.

— No pidas perdón. Ya sabes que no importa la hora, estoy para ti —besó sus labios unos segundos, provocando una tímida sonrisa en el rostro ajeno—. No podrás dormir ahora, ¿no? —negó con la cabeza— Vale, entonces yo tampoco dormiré.

Spring volvió a abrazarlo. En otro momento seguro hubiera insistido para que vuelva a descansar, pero aparte de saber que Fox no cedería, realmente le apetecía su compañía.

Envolvió en un abrazo correspondiendo al chico sentado encima suyo, acariciando su espalda suavemente, a veces deteniendo una mano en la parte más alta y empezando a dibujar círculos y otras figuras sobre ella.

La cualidad principal de Ethan siempre había sido su fuerza emocional, pero le gustaba que Aiden lo tratara con tanta delicadeza y cuidado, como si tratara con la pieza más frágil del museo. Y es que Aiden lo veía como al tesoro más valioso. Quería dejarle en claro, si no era con palabras al menos con sus caricias y mimos, que estaba a salvo. Quería transmitirle con acciones la misma seguridad que durante años él le había transmitido con palabras.

Parecía dar frutos. Hace ya un rato había dejado de temblar y sus sollozos poco a poco iban desvaneciéndose para dar paso a unas respiraciones más relajadas y prolongadas. Aiden llevó su mano izquierda a la cabeza ajena y empezó a dar toquecitos y caricias ahí también. ¿Cómo se le decía a eso? ¿Cafuné? Intentó recordarlo, pero sólo identificaba esa acción por los cariños que solía hacerle a la gata que habían adoptado hace un par de meses y ahora dormía plácidamente junto a la ventana de la habitación. A Ethan parecía gustarle. 

 — Rojo... 

 — ¿Estropajo? 

 — Te amo. 

 Fox sonrió y besó su cabeza —lo que alcanzaba de ella pues Spring no parecía querer despegarse de su abrazo. 

 — Yo también te amo.

20 días OTP || foxtrap fnafhs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora