algo subido de tono

654 24 70
                                    

Fox apoyó sus rodillas en el suelo y puso sus manos sobre el colchón, cada una a un costado del cuerpo sentado de Spring.

— ¿Listo? —inquirió con una sonrisa coqueta. Ethan imitó su expresión y asintió, acariciando los cabellos pelirrojos adversos. Era difícil identificar si solamente estaba siendo cariñoso o es que quería asegurarse de tener el control cuando sea necesario.

Una vez hubo apartado el elástico del pantalón para dejar al aire la erección del rubio, colocó las manos en sus rodillas para poder separar sus piernas. Acercó el rostro hacia la zona protagonista.

Empezó a lamer con lentitud desde el comienzo de su miembro hasta la punta, propiciando al llegar a ese punto movimientos circulares preparándose para entrarlo a su boca. 

Con ayuda de sus manos, logró acomodarlo correctamente y a su vez brindar caricias de arriba abajo en la piel de la zona, mientras su boca subía y bajaba hasta su límite variando la velocidad de vez en cuando. Spring se mordió el labio inferior y no pudo evitar contener un gemido de placer.

— Sigue —suplicó con la respiración agitada, aprovechando que tenía la mano sobre la cabeza ajena para poder acelerar el ritmo a su conveniencia cerrándola y atrapando en su puño mechones del cabello rojo de su pareja.

Él acató la orden gustoso, dispuesto a satisfacer por completo las necesidades de su pareja. Esa noche estaba por completo a su merced, aunque eso no era ninguna sorpresa. No hay día que el de ojos plata no lo tuviera a sus pies.

Tras unos segundos más en los que Aiden se aseguró de darle todo el placer que requiriera para calmar sus ganas, decidió dar el siguiente paso. Sacó el miembro ajeno de su boca y mientras seguía acariciándolo con una mano, empezó a recorrer lentamente su torso con besos, desde el abdomen hasta la clavícula, y luego dirigiéndose finalmente a sus labios. Aprovechando que tenía la boca abierta por sus suspiros, enterró su lengua dentro de ella, dispuesto a explorar los territorios de los que ya se había apoderado hace años, pero nunca perdían su sabor especial.

Ethan le sonrió entre jadeos ahogados una vez se hubieron separado. Aiden sabía lo que esa sonrisa quería decir, y obedeció. Se echó en la cama y separó las piernas para que Spring pudiera acomodarse donde correspondía.

— Voy a entrar —susurró viendo a Fox asentir con ansias. No iba a negar nunca que amaba ver a su novio de esa forma, tan vulnerable y dispuesto. Sabía que él disfrutaba ir abajo tanto como sí mismo.

Sus piernas apresaron su cadera a medida que el rubio se introducía con lentitud en Aiden. Éste exhaló pesadamente al sentir que había llegado hasta el final.

— Espera —pidió regulando la respiración. Spring hizo caso, preocupándose de haberle ocasionado alguna dolencia. Fox sonrió viendo la expresión de su novio—. Estoy bien. Solo necesito acostumbrarme.

El cambio de roles a la hora de tener relaciones había dado un giro hace relativamente poco. Después de dos años habiendo sido siempre Ethan el que "recibía", vieron curiosa la idea de cambiar de posiciones y para Aiden aún no era algo usual, así que siempre había que hacer pausas. Pero eso no significa que no lo disfrutara. Después de todo, algo muy importante a la hora de hacer el amor era la comunicación, y ellos siempre habían sabido comunicarse muy bien.

— Ya puedes moverte —concedió, viendo cómo el otro decidía agacharse para estar más cerca de su rostro y poder ver mejor aún sus ojos. Podía sentir los latidos de su corazón acelerarse aún más, precediendo los siguientes movimientos que se efectuarían.

Apoyó un codo al costado de la cabeza de Fox, y la otra mano la usó para mantener en su lugar la cadera ajena. Sin desconectar sus miradas, empezó a hacer movimientos progresivos entrando y saliendo de él.

El menor llevó las manos al cuello ajeno para entrelazar sus dedos tras su nuca, para tenerlo más cerca suyo.

— ¿Cómo se siente? —inquirió Spring tal y como solía hacerlo su novio en ocasiones pasadas, con aquella sonrisa pícara y tono coqueto que indicaba que ya sabía la respuesta, solo que tenía ganas de oírla.

—  Muy bien... —cerró los ojos y se mordió un labio, amortiguando sus eminentes gemidos— Acelera, por favor...

— Como desees.

Reacomodó el brazo que tenía a su costado para apoyarse más cómodamente en ambas manos y poder tener así más libertad en su movimiento. Aceleró progresivamente el ritmo de las estocadas, deteniéndose antes de camino hacia el cien por ciento para, nuevamente, darle tiempo a acostumbrarse. Fox se llevó un brazo al rostro cubriéndose los ojos y la otra mano la empleó para empezar a masturbarse a su vez. No tenía ninguna discresión a la hora de gemir el nombre del rubio que lo dominaba en el momento.

Les parecía hilarante cómo hasta en una actividad como esa nunca dejaban de aprender del otro. Nunca dejaban de ser el equipo que eran. Su relación no era perfecta, ninguna lo es, pero ellos estaban llevándola muy bien. Y les gustaba mucho estar juntos como pareja. Les gustaba mucho compartir experiencias a diario y atreverse a nuevas aventuras sin detenerse a pensárselo, porque a veces no había nada que pensar. Los riesgos parecían menos aterradores estando en la compañía del otro.

Y querían seguir tomando riesgos de la mano durante el resto de sus vidas.

Estos fueron cotidianos veinte días al azar de los años de años que duró lo que tenían. Buenos polvos como estos tuvieron un montón, aprendieron a bailar juntos desde la comodidad de la cocina para llevar esos conocimientos a la pista el día que celebraron su boda, se enfermaron varias veces por jugar bajo la lluvia, e incluso le prepararon el mejor almuerzo de la clase el primer día de escuela a la hija que tuvieron. Narrar todas y cada una de las bellas aventuras que tuvieron juntos a lo largo de su vida hasta el final de ésta costaría más de veinte días. Pero independientemente de si son veinte días, veinte meses o veinte años, ellos no desperdiciaron ni un momento desde que admitieron estar enamorados, porque la vida juntos tenía muchísimo más sabor y estaban preparados para gozar cada segundo de ella.

20 días OTP || foxtrap fnafhs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora