agarrados de las manos

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Era tan fácil cuando eran niños. Siempre que Fox se asustaba, Spring lo tomaba de la mano y la apretaba logrando que automáticamente el menor sienta calma. A veces ni siquiera hacía falta que haya un factor desencadenante para que tuvieran que entrelazar sus dedos, simplemente lo hacían. Porque era divertido, porque era cálido, porque eran amigos.

Pero ahora no lo eran. Eran más que amigos, más que mejores amigos y más que "hermanos". Eran pareja. ¡Pareja! No hace más de semana y media habían concretado finalmente una relación después de meses y años gustándose mutuamente sin decir nada, e incluso tras todo ese tiempo conociéndose y manteniendo tanta confianza, ahora la simple cercanía entre ambos lograba activar todos los sentidos de Aiden. Estaba muy nervioso.

Como hacían cada dos semanas, habían salido a altas horas de la madrugada para recostarse en el techo de alguna casa al azar y hablar mientras veían a las estrellas. Ethan estaba como siempre sereno, con los ojos cerrados y una plácida sonrisa en los labios, todo lo contrario al pelirrojo, quien era un manojo de nervios.

Entre ambos estaba tendida con delicadeza la mano del primero, como esperando a ser acariciada, o al menos así la veía Fox, quien no dejaba de darle vueltas al mismo pensamiento.

Separó el entrelazado de sus dedos que restaba sobre su pecho y colocó de igual forma la mano a su costado, aún no muy lejos de su cuerpo. Se repetía una y otra vez en su mente que siempre han sido cercanos, siempre ha sido todo muy natural entre los dos, y que no tenía por qué alarmarse sobre todo ahora cuando ya son pareja y supuestamente las demostraciones de afecto son de lo más común en esta situación.

Entonces, ¡¿por qué era tan complicado?!

— Estás muy tenso —se escuchó el dulce susurro de la voz del rubio rompiendo el silencio. Volteó el rostro hacia él y le sonrió intentando brindar calma—. Relaja la mandíbula, te vas a romper los dientes.

Aiden sonrió divertido y respiró con lentitud. Aunque por fuera parecía un poco más calmado, su caos interno apenas se había apaciguado. No comprendía el porqué de pronto el ambiente se sentía tan distinto. ¿Es que no estaba listo para una relación? No, sí que lo estaba, estuvo preparándose demasiado tiempo hasta sentir que finalmente podría tener algo con Ethan. Entonces, ¿qué era? No iba a cambiar mucho entre los dos, seguirían siendo los mismos "bros" atolondrados de toda la vida, sólo que ahora se besarían... y se dirían "te amo"... y seguramente en cierto punto intimarían.

El rostro de Fox volvió a teñirse por completo de rojo con solo tener esa imagen mental. Por supuesto que llegarían a todo eso, ya no eran niños de once y diez jugando a decirse que se gustan sin realmente saber lo que se siente estar enamorado. Si llegarían a ver hasta lo más secreto en el cuerpo del otro, no debería ser tan difícil tomarlo de la mano. Se estaba complicando mucho él solo.

Justo cuando se decidió a intentar una vez más acercarse a él, como si Spring adivinara sus pensamientos, se adelantó a colocar su palma sobre la ajena. El corazón de Aiden latía con fuerza. Se sentía igual que cuando eran pequeños; sus manos encajaban perfectamente.

— Has estado muy callado esta noche —apuntó el rubio nuevamente manteniendo los ojos cerrados, con el rostro en dirección al cielo—. ¿Pasa algo?

— N-No es nada... Al menos no es nada malo, ja —confesó con nerviosismo—. Sólo... supongo que aún no me puedo creer que finalmente seamos... "pareja". No sé c-cómo actuar o qué decir o cómo ser y... estoy hecho un lío.

— No quiero que actúes de ninguna forma en especial ni que te prepares monólogos antes de cada que nos encontremos o que seas de "alguna forma", Rojo. Sólo sé tú. Sé aquel niño del que me enamoré en el orfanato, sé aquel chico que eres hoy. Es más que suficiente para mí.

La voz de Spring eran susurros, pero se podían oír sobre el barullo lejano de la ciudad. Al menos se podían oír con claridad si toda la atención está puesta en él, en sus labios. Tal como Aiden se encontraba en ese momento. Quería besarlo. Muchas veces estuvo tan cerca de hacerlo y no se lo permitió a sí mismo. Ahora parecía el momento perfecto, a la luz de las estrellas, tras tan dulces palabras, una mano sobre la otra, y ese sentimiento en el aire de que no hay nadie más que ellos dos en el universo.

Pero este instante se iba a juntar con la pila de todas aquellas veces que pudieron haber sido y no fueron.

Se limitó a finalmente entrelazar sus dedos con los ajenos y apretar con algo de fuerza, como hacía cuando eran niños y necesitaba sentir que estaba a salvo. Como se sentía ahora.

— Vale, lo seré —afirmó en su mismo tono quieto, cerrando también momentáneamente los ojos, con una sonrisa surcando su rostro.

20 días OTP || foxtrap fnafhs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora