20 días OTP || foxtrap fnafhs.

en la mañana

— Despiértate, cielo —se oyó melodiosamente la voz de Ethan. Aiden abría lentamente los ojos encontrándose a su novio sonriéndole con ternura frente a él, aún cubierto por las sábanas. Le tomó un tiempo identificar si ya estaba despierto o aún estaba dormido, pues el chico frente a él parecía sacado de un sueño.

— Cinco minutos más —respondió volviendo a juntar los párpados y frunciendo el entrecejo, luego dándose la vuelta. Aunque sí quería seguir durmiendo, insistía principalmente para recibir atención de parte de su pareja. Hace un tiempo consideraba salir de la cama el peor momento del día. Ahora que Spring duerme a su lado, sabe que no hay mejor manera de empezar la mañana.

El rubio rió, negando con la cabeza. Llevó sus labios a la nuca opuesta y empezó a dejar pequeños besos cosquillosos en esta, a veces bajando a la parte superior de su espalda desnuda o al costado de su cuello. Eran puntos precisos que siempre lograban estremecer a su novio, y amaba usar ese conocimiento a su favor.

Una sonrisa incontenible iba formándose en los labios de Fox mientras evitaba a toda costa demostrar otras reacciones. Una vez los besos de Ethan empezaban a llegar a su rostro, decidió voltear la cabeza logrando que alguno caiga en sus labios. Tomándolo por las mejillas y sin dejar de mantener el beso, se acomodó de forma que Spring quedara debajo suyo, pudiendo así continuar con esos jugueteos mañaneros con más facilidad.

— Buenos días, Estropajo —dijo finalmente Aiden una vez se hubieron separado, mas aún mantenían la distancia suficiente como para que puedan seguir chocando sus respiraciones. No podían despegar la mirada de los ojos del otro. Eran el sol y la luna enamorados.

Se dieron un último beso cortito y tierno para que finalmente el pelirrojo liberara a su adverso del acorralamiento al que lo tenía sometido. Una vez ya de pie se estiró marcando cada músculo de su espalda,  a lo que Ethan sonrió con picardía a medida que se sentaba en la cama. Realmente le gustaba todo en su novio, desde lo que se podía divisar a primera vista hasta los más pequeños detalles que sólo él ha podido descubrir, como cada una de las pequeñas pecas que se esparcen sobre su torso. Y claro, más allá de lo físico amaba cada característica de su personalidad, pero tenía en ese momento la cabeza muy centrada en su cuerpo.

— ¿Tienes hambre ya? —lo sacó de sus pensamientos la voz de su adverso, quien se colocaba la camisa de tiras con poco cuidado. Ethan parpadeó confuso al no estar seguro de que se tratase de un comentario en doble sentido debido a la forma en la que recorría con su mirada el cuerpo ajeno o si lo preguntaba en el sentido literal. De cualquier forma, asintió.

— ¿Esta vez me dejas ayudarte con el desayuno?

— Vale, pero ya ponte la camiseta rápido, que si sigues medio desnudo lo que me voy a terminar comiendo será otra cosa —bromeó logrando sonrojar levemente el rostro de Spring, quien reía abochornado.