20 días OTP || foxtrap fnafhs.

ropa formal

— No quiero salir —se oyó a regañadientes desde el interior del cuarto de baño.

— Vamos, Rojo. No has de estar tan mal —intentaba animarlo Ethan sentado en el borde de la cama del menor, terminando de abrocharse los botones de la camisa de cuello.

No, de hecho no estaba nada mal. Se veía fenomenal en esos ropajes tan de etiqueta que alquilaron hace unos días junto con Meg para asistir a la fiesta de graduación, a la cual el rubio iba únicamente de invitado. La razón de su negativa ante la idea de salir del baño era, precisamente, el chico que lo esperaba mientras se terminaba de arreglar.

Siempre se han visto en arapos. Lo más formal que alguna vez han visto en el otro ha sido el uniforme de Aiden, y ni siquiera eso se ha dado alguna vez el tiempo de arreglar. Ahora se ponía terno. Un puto terno. Y su novio también estaría en uno. ¿Cómo controlaría sus cabales una vez lo vea en vestimentas tan elegantes? Fácil, no podría.

"Pareces novia antes de la boda, relájate, no es para tanto" se dijo en voz baja a sí mismo frente al espejo. Suspiró mientras fruncía el entrecejo, mirándose con decisión.

Se plantó frente a la puerta y antes de girar el pomo intentaba subir la corbata blanca que resaltaba sobre la camisa y el saco oscuros. Era un estilo muy similar a aquel que usó hace unos años cuando se quería confesar a Ann en San Valentín, sólo que éste no era de segunda mano comprado en rebaja.

Cuando recién empezó los estudios en la High School le resultaba tan fácil acomodarse esa prenda, ¿cuándo perdió la costumbre? ¿Por qué empezó a ir al colegio con tanto descuido en su imagen? ¡¿Y por qué diablos es tan complicado anudarse la putísima corbata?!

La perilla giró frente a él y la puerta se abrió desde el otro lado, encontrándose a un Spring con aquel semblante que indicaba que estaba perdiendo la paciencia, que parecía decir que se deje de tonterías de una vez.

— La corbata —rió Aiden nervioso antes de que sus ojos recorrieran de arriba a abajo a su novio de una forma nada disimulada. Iba a decir algo, quizás un simple "Wow" o tal vez iba a pedirle cancelar la asistencia al evento porque a pesar de lo jodidamente bien que se veía en ese atuendo, quería despojarlo de él y tenerlo en su cama lo que reste de noche, pero simplemente se le cortó el habla, e incluso podría pensar que la respiración.

— Déjame ayudarte con eso —lo sacó de sus pensamientos el rubio acercando sus manos al cuello ajeno, logrando con lentitud un nudo perfecto en su corbata. Sonrió al terminar, llevando sus ojos a los contrarios sin soltar la prenda—. Ya está. ¿Algo más?

— ¿Me puedes besar? —preguntó en un tono que intentaba sonar coqueto pero sonaba más a súplica como respuesta a su interrogante. Tomó toda su fuerza de voluntad no derretirse en ese instante y evitar el tartamudeo, pero ¿cómo no sentir que le tiemblan las rodillas ante aquel ángel vestido de blanco y negro? Al contrario del suyo, su traje era el más tradicional; camisa blanca, pantalones, saco (el cual llevaba doblado a la mitad sobre el brazo y no puesto) y corbata negros. Contrastaban perfectamente.

— Claro —respondió imitando su sonrisa juguetona. Jaló con delicadeza de la corbata juntando sus labios. Un beso dulce, simple, a pesar de que internamente en ambos se desataba mucho más que simple ternura.

— Te ves muy guapo con ese atuendo —susurró Fox entreabriendo los ojos cuando se hubieron separado.

— Si me veo guapo así ahora imagínate cuando nos casemos.

El menor sentía cómo sus mejillas sintonizaban el color de su cabello y el corazón bombeaba con tanta fuerza que parecía querer salirse de su pecho.

— C-Creo que sería mejor acelerar el paso —opinó esquivando a su adverso y saliendo del pequeño baño.

— ¿Mh? ¿Cómo así ahora tan apresurado?

— Bueno, Estropajo, es que si sigues hablándome así no me quedará más remedio que avisar que no iremos a la fiesta porque estaré muy ocupado contigo en la cama —habló en un volumen algo más elevado de lo normal gracias a su nerviosismo.

Ethan se carcajeó mientras se apresuraba a alcanzar a su pareja, dándole al llegar un rápido beso en la mejilla.