¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
| Gemma Ricci |
El invierno en Norteamérica estaba siendo muy crudo, pero a la hora de elegir un outfit no estaba presente en mi cabeza. Por consecuente, en este momento dónde estamos bajando del auto, me arrepiento de sobre manera por no elegir una prenda larga para mis piernas.
— ¿Tenés frío? — preguntó mi acompañante, abrazando mis hombros para caminar juntos hasta la entrada VIP del boliche. Asentí con mi cabeza, apresurando mi paso. — ¿Y vos, Lara? — ahora dirigió su mirada a mi amiga que caminaba a mi derecha.
— Demasiado frío para mí gusto. — reímos juntas al mirarnos. Cagadas de frío en el culo del mundo por no tenes a nuestras mamás que nos caguen a pedos.
Entramos luego de que el guardia mire nuestras pulseras y a la vez los nombres en la lista que tiene en su poder. Comencé a seguir a mi pareja, hasta donde supongo, estaban sus amigos. Miré hacia atrás buscando a mi amiga y la vi, un poco más perdida y desconcertada que yo.
No conocemos a nadie más que a Rodrigo, que tampoco lo conozco demasiado. El recién nombrado, frenó frente a una mesa donde había un hombre de unos veintinueve o treinta años, no más de eso y, frente a él, una chica un poco más joven. Le veo cara conocida pero es imposible descifrar de dónde.
— Nico, ella es Gemma. — habló Rodrigo captando la atención del hombre, presentándome. — Y ella es Lara.
Señaló a mi amiga y ambas lo saludamos con un beso en la mejilla. Luego saludamos a la mujer que estaba frente a él de la misma manera, la cual se había presentado como Camila o Cami.
Tomamos asiento y enseguida nos ofrecieron beber algo que puedo identificar como Champagne. Aceptamos, sin dar vueltas al asunto.
— ¡Ey, hermano! — reconocí una voz masculina gritando sobre la música. Rodrigo se levantó de mi lado para abrazar al hombre o chico que recién llegaba a nuestro lado. — Voy al baño cinco minutos y apareces vos. — rieron abrazándose y cuando se soltaron pude ver la cara del recién llegado.
Desearía poder teletransportarme o ser invisible.
— Leo ella es Gemma, mi novia. — dijo Rodrigo extendiendo su brazo hacia mí para que su amigo me mire, su sonrisa de a poco iba desapareciendo, y cuando se dió cuenta del tiempo que pasó, se acercó y dejo un beso en mi mejilla, sin emitir sonido. — Lara, él es Leandro.
Presentó a mi amiga y seguimos bebiendo mientras el primero en presentarse, Nicolás, averiguaba sobre nuestras vidas. Al parecer Rodri se había encargado de hablar mucho de mí en este breve tiempo que nos decidimos por estar juntos. A todo esto, Leandro se sentó al lado de Camila, su mujer. Y claro, de algún lado le veía cara conocida.
