Capitulo 26

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Entra y sale de mi sin piedad y joder mentiría si dijera que no lo estoy disfrutando.

Este hombre es una maldita máquina del sexo, me toca como si supiera los lugar en los que necesito atención.

Sus estocadas son duras y profundas que creo ya tocó lugares vírgenes dentro de mi dónde nadie más a podido llegar.

La personificación del pecado.

Estoy de piernas abiertas recibiendo todo lo que él está dispuesto a darme, sintiendo cada pulgada de su falo dentro de mi.

De como mis paredes lo succionan pidiendo mas, lo mojada que estoy a causa de este gran placer que estoy sintiendo.

Mierda no estoy acostumbrada a tener sexo de esta forma, normalmente soy la sumisa o la dominante, pero jamás había tenido sexo de esta forma.

Solo una ves, fue cuando perdí mi virginidad con Emil de ahí no volví a tener sexo normal como otras personas.

De todas formas por qué pienso en Emil cuando estoy con otro hombre.

Siempre castigaba o me castigaban al tener relaciones sexuales, pero esto es nuevo y mierda me gusta como lo hace este hombre.

Me da vuelta en un movimiento rápido sin salir de mi, mi pecho pegado a la cama, mi trasero en pompa, una de sus manos está en mi espalda baja para que no me levanté.

Mientras su otra mano me da cachetadas fuertes en mi trasero que me hacen gritar de satisfacción ya que un poco de dolor era lo que hacía falta para completar la noche.

-Massss -digo apenas ya que no puedo coordinar bien mis palabras.

-Solo pídelo, Ivana -dice golpeado mis glúteos más fuertes mientras me follar, de esta forma lo siento más profundo -Tus deseos serán órdenes para mí -dice y puedo sentir como mis jugos vaginales se deslizan por mis piernas a dar a la cama.

-Mas duro -digo en un jadeo ya que quiero más mucho más.

Una noche no será suficiente para satisfacer a la bestia que llevo dentro, más de dos meses sin alimentarla ahora está queriendo tragar a este hombre completo.

-Mierda estás tan mojada -dice el entre dientes -Mi polla se deslizan tan fácil en tu apretado coño -dice yo solo gimo con sus palabras sucias.

«Siente como tú codicioso coño se traga toda mi polla hasta la empuñadura, como mis huevos golpean tu clítoris en cada estocada que te doy, pequeña»

-Eres una droga que cuando la vez sabes que es mortal -dice entrando en mi más fuerte que me saca un grito -que cuando la pruebas sabes que te estás condenando -dice en otra estocada sacando un grito más fuerte de mi -pero sin importar el riesgo te vuelves malditamente adicto a ella -dice esta vez moviendo sus caderas más rápido entrando en mi en un frenesí que hace que me olvidé hasta del maldito día en el que estamos.

Estoy tan cerca de conseguí mi preciada liberación, ya la siento por cada poco de mi cuerpo pero cuando estoy a nada de conseguirlo, el muy hijo de puta se detiene haciendo que el maldito orgasmo se quede en la puerta sin oportunidad de salir y ser libre.

Trato de mover mis caderas pero el las detiene con sus manos impidiendo que me mueva.

-Lo vas a retener hasta que quiera que salga -dice el hijo de puta en una voz sería que en lugar de enojarme solo hace que me caliente más y quiera más de el.

Sale de mi y también de la cama, yo me muevo y lo veo ahí parado frente a mi, con gotas de sudor en su frente y su gran falo apuntando a mi duro y tieso.

Cruel Amor +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora