Capitulo 52

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Maritza no se sentía del todo bien así que decidió ir a descansar por el largo viaje que tuvieron se que se morían por la angustia de saber cómo estaba yo sin ellas estar cerca y hacer algo.

Más Itza que todo lo siente mayor que nosotras y se que se siente feo pasar de un ánimo a otro.

Se tomó sus medicamentos y digo que llamaría al psicólogo sexy que se encarga de su salud y de mojar sus bragas con su voz.

Por lo tanto Vanessa y yo estamos en camino a mi cuarto de juegos ya que hace mucho que no hacemos una sesión en mi habitación de juegos.

Le encanta dominar pero cuando está conmigo la dominada siempre será ella, nos conocemos tan bien que siempre se lo que ella quiere y nuestros sentimientos son carnales y pasionales pero al final siempre será el puro placer de sentir lo que él cuerpo desea.

Tenemos mucho tiempo de hacer eso para nosotros el sexo es nada más que sexo y el placer de liberar lo que otros no pueden hacer y solo nosotras dos nos podemos dar.

Amo a Vanessa pero no de una manera en como las personas normales aman a sus parejas, la amo de una manera en que nadie lo entendería es mi hermana, mi confidente y nuestra conexión es tan grande que nada lo puede igualar.

Saco la llave y abro la puerta de mi habitación de juego y al encenderlo se visualizan todos mis juguetes y a mi mente llegan muchas imágenes perversas en las que puede colocar a Vanessa.

Ella es la primera en la que estrenaré mi cuarto ya que no eh traído a nadie a este lugar ya que no eh tenido tiempo no de ir al club por algo de placer por estar metida en el tema de Trev, de Jerek y de Emil.

Eso ya se acabó es momento de que mi cuerpo obtenga algo que por hace mucho le eh privado de tener y hoy se acaba.

Espero que Vanessa entre por completo a la estancia y cierro la puerta con pestillo para que nadie nos pueda interrumpir en lo que está apunto de pasar.

Menos sabiendo que mi hija está en casa y que ahora mi mundo tiene que estar lejos de sus conocimientos, no garantizo ser la mejor madre del mundo pero daré todo de mi por hacer lo mejor en la crianza de mi pequeña.

El echo de que esté en el mundo que este no quiere decir que le mostraré a mi hija a vivir así, quiero que ella siga sus sueños de ser una bailarina profesional y yo estaré ahí para apoyarla y no dejar que nadie le quite las alas para que emprenda vuelo cuando lo ella lo desee.

Bien dejare eso de lado ya que no es el momento ni la situación para pensar en eso, estando aquí en esta habitación es mi mundo y necesito darle prioridad en estos momentos ya que tengo una bella mujer frente a mi esperando mis toques.

Camino hasta donde está ella, me mira en cada paso que le acerco a ella pero no dice ninguna palabra y eso me gusta ya que sabe lo que tiene que hacer y solo se deja someter por mi.

Al estar frente a ella me acerco mucho a su rostro hasta hacer que mis labios se unan con los suyos en beso casto y fugas sin entretenerme mucho en ello.

Luego de separarme de ella camino hasta posicionar me detrás de ella, tomo su larga cabellera y la hago a un lado sobre uno de sus hombros.

Lleva un vestido de tirantes así que puedo ver su hombro y cuello que está a mi disposición.

Acerco mis labios para que mi aliento golpee su piel descubierta y veo como se pone erizada la piel.

-Te deseo -susurro en su oído y muerdo levemente el lóbulo de su oreja.

-Mierda Ivana estoy mojada a mares por ti -dice ella con voz ronca que hace que mi excitación crezca.

-No eh dicho que puedes hablar -digo mientras le muerdo el hombro haciendo que ella gima a causa del dolor y del placer que siente.

Cruel Amor +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora