Capitulo 53

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No me separó de ella incluso luego de su confección, ya que no es algo nuevo para mi el escuchar esas palabras.

Se que el amor que Vanessa tiene por mí es grande e incondicional, pero sabe que mi amor por ella no es de la forma en la que a ella le gustaría.

Me encanta darle un poco de placer y ver lo mucho que disfruta con mis toques pero lo nuestro va más haya de simple deseo carnal, ya que tengo sentimientos por ella y se que ella también los tiene pero nunca pasamos los límites.

-Sabes que yo también te amo cariño -le susurro de regreso.

Cuando éramos jóvenes ella una vez se me declaro y me dijo que yo le gustaba pero que el echo de que yo no le correspondiera tal como quería no dejaría de sentir lo que siente y no dejaría que nuestra amistad, nuestra hermandad se fuera a la mierda por ello.

Así que desde entonces le dije que podía darle mi cuerpo, mi placer y que ocupa un lugar especial en mi oscuro corazón pero que no podía darle más que eso.

Acepto y aquí estamos después de tantos años haciendo lo mismo, seguimos siendo hermanas, amigas, socias y nuestros lazos jamás se romperán.

-Soy la mujer de tu vida -digo haciendo una pausa -pero recuerda que el hombre de tu vida está por llegar y ese te volverá loca hasta el punto en el que solo me vas a desear por puro placer carnal.

-Tantos años repitiendo lo mismo y henos aquí declarando mi amor por ti por milésima vez -dice con sus ojos cerrados sin despegarse de mi -lo que siento por ti ningún hombre o mujer que llegue a mi vida lo cambiara, alguna veces siento que es puro cruel deseo o un maldito cruel amor el que nos ata a ambas. 

Podrán pasar mucha mujeres y hombres por mi cama pero nadie jamás como tú y el día en que alguien este a tu nivel, haré que me folles frente a el y ver si siento más placer lo que tu me haces o la forma en la que el me vea.

Dice ella concluyendo y lo apruebo ya que así ella sabrá diferenciar a quien realmente le pertenece y ese hombre será malditamente afortunado de tenerla en su vida.

Ya que de mujeres a parte de mi se que no habrán más que no sean más que para simple folle ya que su lado lesbiano me pertenece a mi pero falta el lado heterosexual que todavía desea con anhelo el hombre de sus sueños.

-No lo dudes ya que yo estoy a tus pies cuando gustes y más si es para darle placer a tu delicioso cuerpo.

Los tabús en el sexo no existen para nosotras y saber diferenciar todo muy bien, el echo de que no corresponda a sus sentimientos no significa que por eso no puedo darle lo que ella desea aparte de mi amor, que es placer.

Nuestros gustos son distintos ya que yo siento placer sometiendo, dominando, amordazan e incluso infringiendo dolor o siendo yo la sometida y sintiendo todo lo anterior en mi.

Pero Vanessa es una voyeur que disfruta del placer de otros, el verlos teniendo sexo, el indicar que quiere que hagan para deleitar su vista, pero de mi se deja someter y de nadie más ya que sabe que es mi forma de placer y ella lo acepta y disfruta.

Luego de tomar una ducha juntas en donde yo la baño y paso la esponja por todo su cuerpo salimos del cierto de juego y poniendo pestillo para que nadie pueda entrar en el sin mi consentimiento.

No sé nada de Maritza cuando salimos seguro ya está dormida, yo me despido de Vanessa con un casto beso en sus labios deseando una linda noche y me encamino a mi habitación.

Es demasiado tarde y ya pasa más de media noche pero no tengo sueño, voy a mi cama y me acuesto sobre ella y mi cabeza no deja de pensar en todo lo sucedido.

Cruel Amor +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora