-¡Newt, Newt, Newt -la pequeña Elith sale gritando del bosque, horrorizada y agitando los brazos. Divisa al chico enseguida, que nada más oír sus chillidos ha corrido hacia la niña, para arrodillarse a su lado.
-¡Elith! ¿Qué pasa? ¿Estás bien? -preg...
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d í a d o s
No hay nadie a su alrededor cuando despierta, está sola, incorporada sobre su saco de dormir y sintiendo una fina capa de sudor pegada en la piel. Está amaneciendo, las primeras luces del día apenas se han desplegado, así que no necesita que sus ojos se adapten a la luz para escudriñar lo que le rodea.
Elith no está. Su saco sigue albergando algo de calor, así que no debe de haberse ido hace mucho tiempo.
Alice se vuelve hacia el bosque pero ahí no hay nada. Decide no preocuparse. Elith es una niña resuelta, sabe cuidarse sola, y de no ser así, la habría oído gritar incluso al otro lado del Claro.
Antes de ponerse en marcha, se toma su tiempo para peinar y desenredar un poco la melena que le cae por los hombros y sepulta dos mechones que le caen en la cara detrás de sus orejas. Busca un brillo metálico y enseguida da con el bol de agua medio vacío que la niña trajo ayer, así que ahueca las manos y se lava tanto el rostro como parte del cuello.
Unas pequeñas y diminutas manos le sorprenden rodeando su cuello por detrás.
—¡Quién soy, verducha! —le grita una voz chillona al oído, haciéndole cosquillas en las mejillas con los rizos que le caen hasta allí.
—Vaya Alby, ¿has venido para la visita?
La niña se descuelga de su cuello para colocarse delante de ella, con los brazos cruzados y las cejas muy fruncidas.
—¡Alice, soy yo. Elith! —exclama, hundiendo un dedo en su pecho— Duermes como un tronco verducha. Venga acompáñame, pero sin hacer ruido, hay chicos que todavía duermen.
Elith la guía tirando de su manga. Abandonan la linde del bosque y cruzan el campo verde hasta detenerse en la puerta de la cocina, donde la niña le indica que la espere para después de unos minutos regresar cargada con una mochila.
La chiquilla vuelve a rodear la manga de su camiseta con los dedos, dispuesta a retomar los tirones, pero Alice la detiene.
—Elith cariño, creo que debería buscar a Alby, ¿no crees?
