7. unwanted

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—◬—

d í a   d o s c i e n t o s   v e i n t i c u a t r o

Alice no le ha quitado el ojo de encima al novato, al igual que Gally, quien sin haber cruzado una sola palabra con el chico, sustentándose únicamente de sus recuerdos del Cambio, es capaz de detestarlo, y sobretodo, desconfiar de él, alegando incluso que su amnesia es fingida.

Si así fuera, lo cual es muy poco probable, el chico debería de ser un gran embaucador y mentiroso para ocultar la más mínima sorpresa —o arrepentimiento— al encontrarse con la mirada de Alice, según Gally, su hermana.

Pero la reacción del chico es habitual y tan humana que tras consumir un tarro de licor dorado Gally admite que su teoría sobre la amnesia no se sustenta, pero sigue determinado a no bajar la guardia con él.

—Tampoco podemos juzgarlo por algo que hizo fuera de aquí, además sin saber exáctamente qué es lo que hizo —comenta Alice en voz baja, obligándose a apartar la mirada del chico y desviarla hasta el tarro que tiene entre las manos— puede que tú y yo también seamos de los malos y no lo sepamos, pero aquí dentro da igual, se empieza de cero.

Los dos están sentados en un banco lejano, más próximos de la linde del bosque que de la hoguera en el centro de toda la festividad. El chico está sentado en compañía de Chuck y Elith, y pronto se suma Newt.

—En mis recuerdos no parecías de los malos, Alice. Él sí —masculla el chico, bebiendo un largo trago de su bebida y hace una pausa, sin estar muy seguro de querer pronunciar la siguiente cuestión—: ¿vas a decirle que sois hermanos?

—¿Acaso el increíble parecido no delata ya nuestro evidente parentesco? —inquiere Alice, sarcástica, con una sonrisa burlona en sus labios a causa de todo el asqueroso líquido que ha ingerido a estas alturas.

Gally observa detenidamente a Alice, quizás incluso más de la cuenta. Bebe otro largo trago.

—Tenéis un aire, no te creas —admite por fin—. Los lunares de la cara, por ejemplo. Y que al principio los dos me resultásteis igual de insoportables, como un grano en el culo.

Alice pone los ojos en blanco.

—Y míranos ahora. Dale una oportunidad.

Gally profiere un pesado suspiro y ojea el fondo de su vaso sin querer responder, puesto que no está dispuesto a ceder pese a la elocuente sonrisa que tiene Alice en los labios.

—¿Por qué no vas y te presentas? —pregunta al final, desviando el foco de la conversación.

Alice ojea el centro de la fogata, ahí donde todo están reunidos y niega con la cabeza.

—Estoy bien aquí.

—¿Tiene algo que ver que tu amigo no nos haya quitado el ojo de encima? —inquiere él, rompiendo el contacto visual con Minho, que efectivamente no ha apartado la vista de encima en toda la noche— ¿papi y mami han vuelto a discutir?

La chica pone los ojos en blanco y le da otro sorbo a su bebida.

—Qué chico tan suspicaz eres, ¿sabes?

—No te creas. Os oí en la Hacienda.

—Vaya —Alice fuerza una sonrisa incómoda y bebe otra vez.

Las mejillas de los dos chicos están rojas por la bebida.

—¿Crees que si hago esto, apartará la mirada? —Gally se inclina hacia ella y le susurra al oído.

—No seas malo —le reprende ella, soltando una risita y apartando al chico, para luego formular, tentada—: ¿sigue mirando?

Gally asiente.

SHE || MAZE RUNNER (MINHO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora