12. parte dos. judge and judged

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—◬—

d í a   t r e s c i e n t o s    u n o

Jeff no está presente, así que es Clint quien está arremetiendo las últimas puntadas al culpable de originar un dolor lo suficientemente punzante como para desvelar a Minho a primera hora de la mañana, cuando el sol apenas despuntaba en el horizonte y la claridad del día no era más que una bruma difícil de atisbar por encima del laberinto.

Newt bosteza en silencio desde la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho, siguiendo la conversación de guardián a guardián en silencio.

—¿Cómo puedes hablar tanto tan pronto en la mañana? Debería coserte la boca en lugar de la herida. Todos me darían las gracias —murmura Clint con exasperación. Él no tararea como Jeff, en su lugar, saca ligeramente la lengua cada vez que introduce la aguja y el hilo, tratando de no errar a la hora de unir la piel.

Minho está recostado en una silla de madera, parloteando con aire despreocupado, sin prestarle atención a la herida que le están cosiendo, como si no fuera capaz de sentir la aguja, tan familiarizado con el dolor que parece hasta decepcionado.

—Está claro que el novato no tiene muchas luces, porque no debió entender la gravedad de saltarse las reglas, pero te puedo asegurar que sin él os habríais quedado sin dos guardianes —continúa él, acomodándose por cuarta vez consecutiva en la rígida silla.

Las manos de Clint se detienen en el aire a medio camino de la próxima puntada y el doc alza los ojos por primera vez.

—Si saltarse las reglas no tiene un castigo ejemplar, todos los demás empezarán a hacerlo —le lanza una mirada de soslayo a Newt—. La línea entre la convivencia y matarnos entre nosotros es muy delgada y algunos llevamos mucho tiempo aquí dentro. Sabes que perder la cabeza es fácil, corredor. No se puede ser flexible en un ambiente tan volátil.

—Me ha salvado la vida, Clint. A todos en realidad. Alice está lesionada, y sin mí, ya no queda nadie más para salir al laberinto. Idiota o no, el novato nos ha hecho un favor.

—Gally dice que es peligroso —murmura Clint, retomando el ritmo de trabajo.

—¿Desde cuándo prestamos atención a lo que dice Gally?

—Quizás deberías. Vio al novato durante el cambio.

Minho pone los ojos en blanco.

—Según él.

—¿Por qué mentiría?

—¿No tiene Gally una devoción por atormentar a todos los novatos por diversión? ¿Recuerdas cuando llegó Elith? No dejó de proclamar que era el fin del mundo hasta que se pasó dos meses desayunando comida carbonizada.

—Si no recuerdo mal, llegó a darle un sartenazo también en una ocasión —añade Newt desde las sombras.

—Alice. Chuck. Thomas —enumera Minho, retomando el hilo de la conversación—. Siempre que hay un novato nuevo, la toma con él. Piénsalo, Clint.

Clint se limita a sacudir la cabeza en silencio. Basta con que Minho intercambie una mirada con Newt para comprender que no debe insistir más. Antes de pronunciarse al respecto, ambos aguardan a que Clint termine la sutura, recoja su material, les sonría con acritud y cierre la puerta al marcharse.

El sol está en lo alto cuando Newt cruza el habitáculo y cierra las ventanas para que sus palabras no se extravíen al exterior. Aún así, bajan la voz. Las paredes siguen siendo de papel.

—El novato goza de cierta facilidad para el conflicto, así que si estás aquí puedo suponer que te has asegurado de que no vaya a tirar por tierra todo el trabajo que estoy haciendo por él antes del juicio —comenta Minho, con todo su interés depositado en los rebordes sonrosados de remendado de su torso, que se vuelven blanquecinos cada vez que los presiona.

SHE || MAZE RUNNER (MINHO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora