16. golden trio

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d í a   t r e s c i e n t o s   d i e c i o c h o

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Cruzan más allá del anillo exterior del laberinto.

Podrían haber intentado ir directamente, la opción más rápida y directa. Puede que salir hasta el anillo exterior sea un camino más largo, pero desde ahí se divisan mejor los sectores, los diferentes compartimentos del laberinto. Se vislumbran los trazos más profundos, las líneas generales sobre las que el mecanismo gira. Tienen que estar seguros, no hay lugar para errores o interpretaciones. Tienen que verlo con sus propios ojos.

Avanzan por el perímetro con cautela pero con paso firme, sin detenerse. Los muros son mucho más amplios, los pasadizos se ensanchan, el laberinto se expande mucho más en su aro externo. Todo está mucho más expuesto. A diferencia del interior, donde los pasillos parecen superponerse torpemente los unos sobre los otros, oscuros, húmedos y estrechos, el exterior no es más que cemento reseco al sol, expandiéndose como una civilización olvidada y derruida, oxidada.

Cuentan los sectores que van superando, todos y cada uno de ellos cerrados a cal y canto.

Lo ven mucho antes de detenerse delante. Una grieta en la piedra, un pasillo, una entrada que no debería de estar entreabierta. Han llegado al sector tres. Puede que la pintura esté desvencijada, amarilla y carcomida por el sol, pero no hay ninguna duda.

El sector tres está abierto.

El pasillo que le devuelve la mirada a Alice emana un ligero frescor de su interior, sumido en una agradable sombra. No es tan estrecho como el anillo interior ni tan amplio como el exterior, es un punto medio. La luz logra traspasar hasta el interior trazando vagos haces, como punteros laser, que iluminan la amplia variedad de vegetación y polvo que ha proliferado en su interior, casi como un jardín secreto.

—No te alejes demasiado —oye que le dice Minho, rebuscando con aire distraído en su alforja, al reparar que Alice se ha acercado a la apertura.

Algo ha llamado su atención. Avanza unos metros más, con cautela, internándose en el pasadizo. Estira la mano y aparta un manto de hiedras que parecen haber sido segadas de un machetazo, dejando un rastro en el suelo, como si se hubiesen quedado enredadas en algo y esa cosa las hubiera arrastrado hasta desprenderse de ellas.

—Así que esas asquerosas criaturas salen de aquí —comenta para sí Alice, trazando con el dedo las rozaduras que hay en la pared, demasiado estrechas para la envergadura de los penitentes. También hay indicios del potingue negro del que están llenos.

Por el rabillo del ojo atisba una luz roja que parpadea.

El cuchillo táctico de Alice se clava en el hormigón, justo ahí donde la Cuchilla Escarabajo se había posado para observarla, como un pequeño espía.

—¿Estás bien...? —oye la voz de Minho en la lejanía.

La Cuchilla Escarabajo vuelve hacia ella.

SHE || MAZE RUNNER (MINHO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora