JUNGKOOK
Presente
Entré en 무술 집 "Musul Jib" (Casa Marcial), la correa de mi bolsa de lona cayendo sobre mi pecho mientras miraba alrededor, haciendo un inventario de todo lo que estaba pasando. Floretes zumbaban a mi derecha, viniendo de la habitación donde Moonbyul dirigía su clase de esgrima tres noches a la semana. Las pesas chocaban y golpeaban el piso en la habitación de pesas a mi izquierda, los gruñidos llenaban todo el dojo, haciéndose eco en las vigas, mientras los estudiantes trabajaban en sus posturas y entrenaban en el salón principal.
Me apresuré silenciosamente a través de los pisos nuevos, queriendo soltar un poco de energía. El cuello de mi camisa me irritaba la piel, un sudor ligero me refrescaba el pecho y la espalda. Necesitaba quitarme esta ropa. Aunque manejaba de regreso a Busan todos los domingos para entrenar con mi padre y desayunar con mi familia, a petición de mi madre, no dejaba que la mitad de lo que tenía dentro saliera. Mi padre estaba en gran forma, pero todavía tenía casi cincuenta. No podía golpearlo. Pero en el dojo, podía golpear tan fuerte como quisiera, después de hoy, lo necesitaba.
Después de la reunión de antes con el "asistente", tenía la intención de venir directamente aquí, pero en lugar de tomar la salida del puente, simplemente continué, perdiéndome en mi auto por casi dos horas.
Kim.
Jesucristo. Hace seis años, hizo más que despertar mi interés. Hoy, había sido frío, inquietantemente callado y muy sereno. Aunque lo recordaba de manera muy diferente. Se había esforzado mucho por ser duro esa noche, pero esos ojos que parecían plata liquida y cómo podían mirarme con odio... pero santo Dios esos labios... sí, lo recordaba. No se mantuvo controlado por mucho tiempo.
Y luego, un par de años más tarde, cuando Moon estuvo con nosotros una noche y Kim se convirtió en un recuerdo, fui cautivado por nuestro Pequeño Monstruo, porque me recordó a Kim. La inocencia, la lucha, la forma en que quería cuidarlo...
Pero tan rápido como había desmoronado mi mundo, se había escapado y todo en unas pocas horas, en una noche, hace seis años.
¿Quién era? ¿De dónde había venido?
Empujé la puerta de mi oficina y la cerré detrás de mí, dejando caer mi bolso, quitándome la chaqueta. Rápidamente me puse unos pantalones de entrenamiento y tenis, agarré una toalla, me puse una camiseta mientras salía de la oficina. En la recepción pasé junto a Hani, una de las trabajadoras universitarias a tiempo parcial que habíamos contratado, quien me ofreció una dulce sonrisa como siempre. Levanté la mano, me tiró una botella de agua del refrigerador detrás de ella. La misma rutina todos los días. Sabía qué hacer.
—Eh, ¿Señor Jeon? —habló mientras seguía caminando. Me detuve y me di la vuelta.
—¿Qué sucede? —pregunte a modo de respuesta.
Su rubia coleta estaba en alto, su polo negro con el logo de Kimoon Jeomin en el lado izquierdo estaba prístino y planchado, como siempre.
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Daeboreum [La Noche De La Gran Luna]
Hayran Kurgu¡La Noche de la Gran Luna Llena! Lugares escondidos, persecuciones y todos los juego se mostraran...