FRACTURA.

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La sangre salpicó en el piso, un hilo pequeño se formó hasta caer por los costados de sus botas y finalmente llevar la mano hasta su cabeza, mirándola con sangre y una expresión horrorizada, se tambaleó y buscó con la mirada algo que parezco no encontrar, sus pies se sintieron más pesador y su cuerpo se vino abajo, su respiración se iba apagando, lentamente miraba a los pies de quien le había hecho eso, lentamente, marina murió.

***

— Vale ya! Para.— advirtió con voz más seria que antes, Guzmán le miró entre confundido y extrañado, se enderezó en su asiento y dejó de besar recelosamente el cuello de su omega.

— qué pasa? — pregunto.

Samuel se inquietó, varios días en los que él estaba con tantos problemas, tantos que temía que Guzmán llegara a enterrarse de uno y se viera expuesto.

Samuel se inclinó sobre la mesa y subió su pierna encima del asiento, apartándose del regazo de Guzmán— Quiero ir a casa— murmuró— porfavor.

Guzmán intentó captar alguna otra reacción de Samuel pero fue en vano, intentando aligerar el ambiente decidió que era verdad y que lo mejor sería marcharse a casa a dormir.

El viaje fue corto, pasó muy rápido para él omega que se mantenía perdido en la vista de la carretera.

—Bien que sucede— Guzmán resopló y Samuel se puso riguido en su lugar, el auto se detuvo y se dio cuenta que ya estaban en casa.

Tomó varios minutos en poder mirar. A Guzmán, varios días en los que intentaba mantenerse lejos, distante y con su cabeza repleta de preguntas. ¿ Y si descubrían a su hermano? ¿Marina abortaria? ¿y Carla se quedaría de brazos cruzados?.

Un golpe de hoyo en el auto, Samuel saltó y miró atónito a Guzmán, este tensó notablemente y sus manos apretadas en un puño, mirando a la nada. — Te quedas callado..— habló serio.

Samuel miró al piso y se rascó el dorso de su mano en un acto nervioso, pero aún pensaba en las cosas que podían pasar al día siguiente y en pocos la graduación.

— Samuel te estoy hablando! — Guzmán lo miró dolido, perdido y simplemente con cansancio.

Samuel se quedó en silencio.

— Sifuente, Esto no va a ningún lado— por primera vez Samuel habló, boqueó mirándole y tomando su mano.— basta.

Se retiró lentamente y Samuel ahora se asustó — Y-Yo espera, son las cosas que..

— las cosas — bufo Guzmán— las cosas que nunca quieres hablar, no tienes cojones para confiar en mi, samuel.

Samuel sintió sus manos frías y su mirada perdida ahora se estaba cristalizando, bajando la cabeza y sintiéndose idiota—N-No puedo.

Guzmán asintió devastado.

— Bien, entonces terminamos.— afirmó mientras arrancaba el auto y detrás Samuel se quedaba profundamente devastado, fue terrible, todo a la única causa que eran los problemas en los que marina y nano se habían metido, todos esos problemas en los que quería que Guzmán no se enterara, sintiéndose cansado, se sentó en el pórtico mientras pequeñas lágrimas se derramaban por sus mejillas, había perdido a su alfa.

***

— Ya te dije que estamos bien Christian— la voz baja de polo sonó más como un regaño, el alfa asintió mientras miraba embelesado la pancita aún plana de Polo.

Sus madres soltaron un chillido de ternura y se acercó hasta tocar la pansita descubierta, tomó uno de los regalos y puso un conjunto sobre el vientre. — Mira! Le quedará perfecto.

ÉLITE | omegaverse |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora